Jenny Fry de 15 años fue hallada muerta luego que una misteriosa enfermedad, que ella creía que era una alergia a la señal de WiFi de su colegio, hiciera su vida “miserable”.
La adolescente sufría de constantes dolores de cabeza, fatiga, y malestares en su vejiga, cuando estaba cerca del router de la escuela a la que asistía.
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Sus padres, Debra Fry y Charles Newman, señalaron que esto se debía a un síndrome de hipersensibilidad electromagnética, de hecho, comentaron que cuando sacaron el router de su casa, sus malestares disminuyeron, una realidad muy distinta a lo que vivía en su colegio, ubicado en Oxfordshire, Inglaterra.
la joven continuamente terminaba en inspectoría luego de rogarle a sus alumnos que la dejaran estudiar en una sala sin WiFi, pero al parecer nada de aquello resultó, pues el pasado 11 de junio, fue encontrada sin vida, colgando de un árbol cerca de su casa.
Su madre, indica que fueron tres años los que vivió con esta misteriosa enfermedad, pero nunca pensó que la situación llegaría al límite de que la joven decidiera quitarse la vida.
“Jenny estaba enferma y yo también. Por lo que comencé a investigar y encontré información sobre lo peligroso que era el WiFi, así que saqué el router de la casa. Ambas, comenzamos a sentirnos mejor pero Jenny continuaba enferma cuando estaba en ciertas áreas del colegio“, señaló la madre al medio inglés The Sun.
Como la joven terminaba siempre en detención escolar, porque a veces salía de la sala de clases para trabajar en un área sin WiFi, la madre fue a hablar con el director, pero éste no la tomó en cuenta, tampoco los profesores.
“Lo menos que podían hacer era que tomara las clases en habitaciones donde se sintiera segura y pudiera concentrarse, pero ellos simplemente no escucharon“, agrega.
La madre no cree que Jenny haya querido quitarse la vida simplemente por la alergia, sino que fue la escuela la que la motivó a llegar a ese punto, pues se sentía muy frustrada.
Desde entonces, sus padres han iniciado una campaña para removar el WiFi de escuelas y guarderías al mismo tiempo de pedirle al gobierno que por favor investigue a fondo sobre la hipersensibilidad electromagnética.
“No estoy en contra de la tecnología, pero creo que los colegios deben ser lugares seguros para esos niños que son sensibles a este tema, o al menos, reducir su uso“, comenta.
Según un comunicado de la policía, Jenny envió un par de mensajes de texto a una amiga a eso de las 21:36 y otro a las 22:05, explicando sus intenciones y diciéndole dónde estaba, sin embargo, la joven no estaba con su teléfono a mano.
El juez Darren Salter, señaló que no es posible comprobar si la joven tenía o no la intención de quitarse la vida, además, aseguró que los exámenes médicos no prueban que Jenny haya sufrido realmente de síndrome de hipersensibilidad electromagnética.