Anualmente en nuestro país, son cientos los casos de jóvenes desaparecidas que nunca llegan a resolverse. Uno de ellos, es el de Josseline Ruiz Garrido, joven de 30 años oriunda de Talcahuano de quien no se sabe nada desde hace 4 años.
Tras egresar del Liceo Comercial de la ciudad penquista, a los 20 años Ruiz se fue a vivir a Santiago. 4 años después, tomó la decisión de irse a México en busca de mejores oportunidades laborales.
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Su manejo en el inglés y la opción de crecer en el ámbito profesional, la motivaron a dejar Chile. Durante un par de años, la familia de Josseline mantuvo comunicación con ella a través de redes sociales y Skype.
“Hablábamos por videollamada todos los días. Me llamaba en la tarde, yo le contaba cómo me había ido en clases, me ayudaba con las tareas”, señaló su hermana Bárbara al matinal Hola Chile de La Red. “Nos mostraba su departamento y las mascotas que se había comprado”, añadió su padre Alfonso Ruiz.
La joven decía haber encontrado un trabajo del cual siempre evitó hablar. No obstante, en una ocasión le dijo a su hermano Cristóbal, que se estaba desempeñando como traductora y decoradora de interiores. Además, encontró pareja en el país azteca, a quien presentó a su familia en 2012, cuando viajó a Chile. Se trataba de P. G. R., ingeniero mexicano que también se encuentra desaparecido.
Al año siguiente, precisamente en noviembre, Josseline volvió a nuestro país, esta vez sola, y tramitó su cédula de identidad, la cual vendría a buscar en 2014. Sin embargo, la joven nunca regresó. Además, fue desapareciendo gradualmente de sus redes sociales.
“Nos dijo que había terminado con P., y que estaba con otra pareja, que él era celoso y no quería tener contacto con nadie”, recordó el padre de la joven. Posteriormente, en enero de 2015, y tras enviar un misterioso y grosero mensaje en Facebook, la cuenta de Josseline se cerró.
“Nos pareció sospechoso, porque ella nunca hablaba así y menos en forma tan grosera”, añadió Ruiz, destacando que lo más probable es que alguien la haya obligado a escribir ese texto.
Esa fue la última vez que supieron de ella. Sin duda un agonía constante que vive esta familia al no saber qué pasó con su hija. “Me gustaría saber dónde está, para dejar de pensar si está viva o muerta”, señaló su hermana, a lo que su padre barajó algunas hipótesis. “No sé si ella fue secuestrada o si fue víctima de trata de blancas. Estoy pensando en todo”, finalizó muy angustiado.