David Koenig de 33 años y Ellen O’Meara de 30 eran dos músicos que tenía una amistad casi platónica, y que decidieron poner fin a sus vidas el pasado 17 de enero en la habitación de un hotel ubicado en el barrio neoyorkino Hell’s Kitchen.
Las autoridades señalaron que la pareja planificó su suicidio y ambos fueron encontrados tendidos sobre la cama de la pieza donde se quedaban, por el personal de aseo.
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Eso sí, antes de cometer esta acción, la pareja dejó una nota de advertencia y una propina en efectivo cerca de un mueble, según consignó el medio estadounidense New York Post.
“No mires detrás de la cortina. Estamos muertos. Esto es para ti“, se leí en la carta junto a unos billetes de veinte dólares, indicaron fuentes policiales.
No obstante, la mujer ignoró la señal pues vio que la cortina era en realidad una sábana colgada que tapaba gran parte de la habitación. Al darla vuelta, se encontró con los dos cadáveres tendidos boca arriba con una bolsa de plástico transparente en sus cabeza y de ella salían dos tubos conectados a tanques de óxido nitroso.
Asimismo, bajo la cama encontraron el libro “Suicidio e intento de suicidio: métodos y consecuencias”, de Geo Stone, y que justamente estaba marcado en la sección de asfixia.
En la espeluznante escena también se hallaron una nota suicida firmada por la pareja explicando que ambos tenían la intención de suicidarse, y una carpeta con sus respectivos testamentos.
El portal Fox News informó, además, que según amigos de los músicos, ambos sufrían una profunda depresión. “Es casi como si desde el primer día que se conocieron estas dos personas, supieran que iban a morir juntos”, dijo la policía tras entrevistar a cercanos a la pareja.