La pregunta siempre ha sido la misma y se ha mantenido por décadas: ¿los huevos son buenos o malos para nuestra salud?

La respuesta, según un estudio publicado por la Universidad Northwestern en Chicago, Estados Unidos, es clara: las personas que comen tres o cuatro huevos por semana o 300 miligramos de colesterol en su dieta por día tienen un mayor riesgo de enfermedades cardíacas y muerte prematura en comparación con los que comen menos huevos.

Catalina Silva, nutrióloga de la Clínica Terré, lo explica de forma más sencilla: “A pesar de que se trata de un alimento muy bueno, todo en exceso es malo. El huevo tiene un alto contenido de proteína, vitaminas A, D y B12. Sin embargo, la grasa también es uno de sus componentes y es por ello que se relaciona su consumo excesivo con el aumento de colesterol en la sangre”, comentó la profesional a Página 7.

La dosis perfecta: ¿cuántos huevos puedo comer al día?

“La valoración de los nutrientes se hace en torno a lo que comemos en total a diario en una dieta. Por eso, todo depende de cada persona. Para una persona que come carne, la recomendación es comer un huevo diario. Sin embargo, para alguien que no come carne, dos a tres huevos al día es una recomendación ideal”, detalló.

Uno de los puntos principales del estudio plantea que consumir más cantidad de huevo aumenta el riesgo de enfermedades ligadas al colesterol, afirmación con la que Catalina está de acuerdo y explica el porqué: “el huevo tiene un alto contenido de proteína, vitaminas A, D y B12. Sin embargo, la grasa también es uno de sus componentes, especialmente la yema, que es una fuente importante de colesterol y por ello es que se relaciona con el aumento de este en la sangre, lo que podría desencadenar enfermedades cardíacas”.

– ¿Tanto la yema como la clara aportan lo mismo, Catalina?
– No, la yema provee una gran cantidad de proteínas completas como la lipovitelina y fosfovitina, también vitamina A, riboflavina, ácido fólico, vitamina B6, vitamina B12, hierro, calcio, fósforo, potasio, grasas y colesterol. En la clara no se encuentra nada de grasa, sólo proteínas y minerales. Por eso, yo recomiendo a mis pacientes, comer un huevo con yema al día y las claras a libre demanda, pues practicamente no suman grasa y así obtienen lo mejor del huevo.