Fue la tarde del pasado 28 de octubre, cuando la vida de Natalia cambió para siempre. La joven enfermera fue impactada con una bomba lacrimógena en su ojo derecho.
Aquel día se juntaría con unos amigos para asistir a la marcha convocada al frente del palacio de La Moneda, pero al no encontrarlos, se dirigió en Metro hasta la estación Santa Ana.
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“Caminé y llegué hasta Alonso Ovalle con Nataniel Cox; habían muchas personas manifestando, pero pacíficamente”, relató Natalia en entrevista con el matinal Mucho Gusto de Mega.
“Mientras estábamos en el lugar nos dimos cuenta que, a lo lejos, venía el Guanaco y de inmediato comenzó a dispersar a la gente”, recordó la estudiante, quien en ese momento levantó las manos en señal de que no estaba haciendo nada malo.
Según relató Natalia, en ese momento se bajó un grupo de Carabineros y dispararon bombas lacrimógenas. “Al principio las lanzaron al aire, pero después las comenzaron a dispararnos directamente”, relató.
Al ver que los uniformados se acercaban, decidió escapar del lugar. Sin embargo, cuando volteó la cabeza para saber dónde estaba, fue impactada por una bomba lacrimógena en su ojo derecho.
“No perdí la consciencia, pero quedé aturdida. Sentí que se me durmió la cara”, contó la joven que fui asistida por una técnico en enfermería que estaba en el lugar. “Dentro de todo estoy bien, estoy estable, pero con la incertidumbre de qué va pasar con mi ojo”, añadió.
“No sé cómo voy a retomar mi trabajo, ni cuánto tiempo voy a tener licencia. No sé cómo será mi vida de ahora en adelante (…) Esto no puede quedar impune. Esto no es un montaje. Yo no vi nadie saqueando ni rompiendo cosas, y me pasó esto cuando sólo iba caminando”, declaró.
Finalmente la madre de la afectada reconoció que estos días han sido terribles. “Te cambia la vida en un segundo y sólo los que somos padres entendemos en dolor que se siente cuando uno ve a un hijo afectado (…) Necesito justicia para mi hija“, sentenció.