El domingo pasado Miguel Arenas, de 36 años, fue encontrado sin vida en su casa ubicada en la villa San Andrés de la comuna de Colina, región Metropolitana.
El hombre estaba amarrado de manos y pies y con evidentes signos de tortura, por lo que se sospecha que haya sido víctima de un crimen de carácter homofóbico.
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En este contexto, el OS-9 de Carabineros detuvo a un hombre de 25 años, quien se entregó por el crimen. De este modo, la Fiscalía Centro Norte inició una investigación y logró dar con la identidad de una persona, quien se entregó en una unidad policial.
La teniente Javiera García indicó que el individuo confesó el crimen y que tiene antecedentes por robo e infracción a ley de drogas.
El hombre habría conocido a la víctima a través de una aplicación de citas.
Amplían detención hasta el viernes
Aunque se esperaba que este miércoles el hombre fuera formalizado, se informó que su detención se ampliará hasta el viernes próximo.
Marcela Adasme, fiscal Jefa Chacabuco, detalló que la solicitud de ampliar la detención fue aceptada por el tribunal, fijándose una audiencia de formalización para el viernes a las 11:00 horas.
Lo anterior, explicó, “porque es necesario conocer el informe de autopsia de la víctima y verificar cuáles son las lesiones que presentaba en el cuerpo”.
Antecedentes del caso
En tanto, el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) denunció que el homicidio tiene componentes de un crimen homofóbico, por lo que su vocero, Oscar Rementería, señaló que interpondrán una querella.
“Estamos profundamente preocupados por este asesinato, que eventualmente podría ser un nuevo crimen de odio. Hemos solicitado a la fiscalía que investigue las causas del crimen, con especial dedicación. Tuvimos respuesta satisfactoria, pues los antecedentes que reportamos ya fueron derivados a la Unidad de DDHH de la Fiscalía Regional Metropolitana Norte”, advirtió.
Rementería agregó que “la víctima, de acuerdo a la información recopilada hasta ahora, presentaba evidencias de tortura: estaba amarrada de pies y manos. Se cree que pudo ser violado y al interior de su boca tenía un palo y/o polera, objeto con el que fue asfixiado, luego de tres horas de tortura. El lugar estaba además sucio con excremento, el cual podría pertenecer al victimario”.
Otro antecedente que agregó el vocero, es que “al joven le robaron su celular y documentos de identidad, no faltando hasta ahora nada más en el inmueble“.