Fue el 8 de noviembre de 2011 la última vez que vieron a Pascale Alvarado en el centro de Puchuncaví, en la región de Valparaíso. Aquel día, la joven de 17 años se dirigía a la casa de una compañera de colegio, tras finalizar su penúltima jornada de práctica, en una oficina de contabilidad de la comuna.
Después de nueve años de su desaparición, la Fiscalía de Quinteros asegura que tiene pruebas para acusar a dos sospechosos en el caso. Se trata de un hombre de 50 años y otro de 47, de Purén y San Felipe, respectivamente.
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“A mí me robaron la mitad de mi vida. Me partieron el corazón y la otra parte me la quitaron“, expresó Jeannette Soto, madre de Pascale, en conversación con el noticiero de Mega.
Asimismo, se refirió a los 9 años de incertidumbre. “No tener respuesta y vivir con eso día a día igual es doloroso y hay que saber llevarlo, porque también están las críticas”, indicó la mujer, aludiendo a las ocasiones en las que se responsabilizó a la familia por la desaparición.
Aranxa Alvarado, hermana de Pascale, quien tenía 14 años cuando vio por última vez a la joven, expresó que vive una pesadilla que no ha terminado. “Una búsqueda que hasta el momento no ha tenido resultados positivos. No hemos sabido nada de ella, de dónde podría estar”, lamentó.
Sospechosos identificados
“Quizás al fiscal le quedó grande el caso, porque una persona que está para trabajar y para luchar por estos casos, teniendo información así de importante, yo creo que no lo puedes dejar pasar“, agregó Alvarado.
Cabe señalar que los sospechosos habían sido identificados hace cerca de tres años. En 2017 cuando un informe de la Brigada de Homicidios de Valparaíso, señaló que el Ministerio Público ordenó intervenir los teléfonos de ambos imputados.
En dicho documento también se conoció otro importante dato: el hallazgo de una camioneta Nissan, que de acuerdo a las pericias, se usó en la desaparición de Pascale.