El próximo domingo se cumplirán 9 de años de la desaparición de Pascale Alvarado, joven de 17 años que fue vista por última vez en el centro de Puchuncaví, en la región de Valparaíso.
Aquella tarde, se dirigía a la casa de una compañera de colegio, tras finalizar su penúltima jornada de práctica, en una oficina de contabilidad de la comuna.
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Después de casi una década, la Fiscalía de Quinteros tiene pruebas para acusar a dos sospechosos en el caso, quienes estaban siendo investigados hace al menos tres años.
De acuerdo a un informe de la Brigada de Homicidios de Valparaíso, el 3 de febrero de 2017, el Ministerio Público ordenó intervenir los celulares de ambos sospechosos.
En dicho documento también se conoció otro importante dato: el hallazgo de una camioneta Nissan, que de acuerdo a las pericias, se usó en la desaparición de Pascale. En marzo de este año, el vehículo fue incautado.
Los imputados
El primer imputado es Osvaldo Soto Cruces de 50 años, oriundo de la comuna de Purén, en la región de la Araucanía. En 2011, año de la desaparición de Pacale, trabajaba como obrero en la zona, según detalló CHV Noticias.
El segundo imputado es Mario Ulloa Saavedra de 47 años. El sujeto de San Felipe, región de Valparaíso, se desempeñaba como jefe de Soto Cruces en Puchuncaví.
Hasta la fecha, estaban solamente en calidad de apercibidos mientras avanzaba la investigación. Sin embargo, este viernes al mediodía serán formalizados en el Juzgado de Garantía de Quintero.
El pesar de los familiares
Ante la formalización de ambos sospechosos, Eduardo Soto, abuelo de Pascale se refirió a la detención. “¡Que paguen! Tienen que pagar aquí en la Tierra. Y que le den la máxima pena a esos desgraciados“, manifestó al matinal Contigo en la mañana de Chilevisión.
“A mí me la secuestraron, me la robaron y mataron. Tengo fe de estar más cerca de la verdad y que se puede hacer justicia por lo que pasó“, expresó Jeanette Soto, madre de Pascale.
“Quiero que ellos paguen y que digan dónde la dejaron. Porque a mí no me sirve que los tengan presos si no hablan. No habrá justicia completa si no la tengo conmigo”, concluyó.