El caso del psicópata de Meiggs, un ciudadano colombiano de 30 años acusado de cometer varios homicidios en Santiago Centro y Estación Central, ha hecho que se refloten otras historias de asesinos seriales en nuestro país.
Uno de los más recordados es el de Alto Hospicio: Julio Pérez Silva.
Este hombre fue declarado culpable de la muerte de 14 adolescentes en esa comuna de la provincia de Iquique. Todas pertenecientes a familias humildes.
También puedes leer
Estos asesinatos, ocurridos entre los años 1998 y 2001 pusieron en alerta a los vecinos y llamaron la atención de la opinión pública.
Julio Pérez Silva, quien nació en Puchuncaví y cuyo padre era alcohólico, aprovechaba su condición de taxista clandestino para ofrecer transporte gratis a mujeres y cometer sus atroces crímenes.
Su detención y condena
Su detención se efectuó en octubre de 2001, tras el testimonio de una joven llamada Bárbara que logró sobrevivir a uno de los ataques.
La víctima entregó información clave que permitió dar con el asesino, quien fue capturado tras un control de tránsito, informó La Tercera.
En el interrogatorio, el llamado psicópata de Alto Hospicio confesó los asesinatos y entregó detalles de dónde estaban los cuerpos, que dejó en el desierto. No obstante, en un comienzo Silva aseguró que Carabineros era el responsable de las muertes, asegurando que dio tanto detalle de los crímenes porque la institución “me dijo que lo hiciera así”.
Los trabajos de búsqueda comenzaron al día siguiente en la pampa, los que arrojaron resultados.
En 2004 recibió la sentencia. Actualmente se encuentra cumpliendo la pena de presidio perpetuo calificado por violación y homicidio en la cárcel de alta seguridad Colina I, en Santiago.
Negligencia contra las víctimas
Cuando los familiares de las víctimas denunciaron las desapariciones, se les planteó que probablemente ellas se fueron de sus hogares por decisión propia, o para prostituirse.
Insistieron e insistieron pero no los tomaban en cuenta. Incluso las autoridades sostuvieron estas versiones en declaraciones públicas.
“Todas ellas han tenido serios problemas familiares, a lo mejor lo único que no quieren es volver a su ciudad” o ” Hay al menos dos casos que mostrarían más bien acciones voluntarias de abandono“, decían.
Uno de los padres de las víctimas, relató que “cuando hacíamos las denuncias lo tomaban muy livianamente y nos golpeaban la espalda, al papá, y a la mamá, de todos los casos, diciéndonos ‘ya van a volver, están en la droga, están prostituyéndose, las cabras buscan plata y quieren comprarse mejores cosas’. De esa forma éramos atendidos”.
En tanto, Marisol Cuevas, quien perdió a su hija Sara Gómez, planteó sus dudas en 2016 sobre que Silva actuara solo: “Hubo muchos errores, un testigo clave en el caso de mi hija a los pocos días fue hallado sin vida en un basural clandestino. Quiero que todo eso se aclare de una vez, para lograr la tranquilidad. Como familia fuimos basureados por el gobierno y las policías, y eso aún no lo superamos”.
Sin embargo, el subcomisario Alberto Díaz, de la Brigada de Homicidios de la PDI y quien siguió de cerca el caso, manifestó que “Julio Pérez en sus relatos entrega muchos detalles de cómo asesinó a las víctimas e incluso recordaba en algunos casos la forma en que estaban vestidas, los trayectos que hizo y los lugares exactos en los cuales abandonó los cuerpos. Todos esos antecedentes que están en las carpetas investigativas permiten deducir que actuó solo“.
La Cacería
En 2018, Mega estrenó una serie de ocho capítulos inspirada en los crímenes del psicópata de Alto Hospicio.
Ésta no estuvo exenta de polémica, pues la Agrupación de Madres y Familiares de Víctimas del Psicópata de Alto Hospicio manifestaron su malestar con el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), uno de los entes que financió la producción.
Los familiares de las víctimas señalaron que Marigen Hornkohl Venegas, miembro del directorio del CNTV, debió abstenerse de aprobar los fondos por una acusación judicial de 2001 pendiente, consignó BioBioChile.
La producción, protagonizada por Francisco Melo, fue un éxito de sintonía, pero originó muchísimo dolor en las 14 familias, quienes debieron revivir lo que sufrieron sus hijas.
Cabe destacar que la serie está inspirada en el perfil periodístico realizado por el periodista chileno Rodrigo Fluxá, sobre el psicópata de Alto Hospicio.