Roberto José Martínez Vásquez es quizás uno de los asesinos seriales de nuestro país que más ha impactado a la ciudadanía.
Más conocido como ‘El Tila’, apodo otorgado por su madre, este joven cometió horrendos crímenes, siendo sus víctimas pertenecientes a la zona oriente de la región Metropolitana.
¿Cómo llegó este hombre con solo 26 años a convertirse en asesino?
El 19 de abril de 1976 nace Roberto, convirtiéndose en el tercer hijo de una mujer de origen sencillo y con problemas económicos. Constantemente estaba al cuidado de sus tíos que lo dejaban amarrado cuando salían del hogar.
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Según relata la periodista autora del libro El Tila: el psicópata de La Dehesa, Fernanda Varela, Roberto tuvo un padre ausente y era constantemente maltratado por su familia, además de ser víctima de una serie de abusos por parte de sus cercanos.
“A él lo tomaron por vagancia a los cuatros años y lo ingresaron al Sename”, contó en 2018 la profesional al matinal Contigo en la mañana.
Sin embargo, a los cinco años el pequeño Martínez intentó buscar cobijo en el sur de Chile, donde su abuela, específicamente en Reumén, región de Los Ríos.
“Tenía evidentes marcas de abuso y de maltrato. Él tenía que llegar con los zapatos limpios porque o sino le pegaban a palos. Muchos recuerdan (sus compañeros) que él andaba a pie pelado con los zapatos en la mano para que no le pegaran”, contó.
Su retorno a Santiago
No obstante, años más tarde -a sus 14 años- decidió salir de su casa en el sur de Chile y regresó a Santiago, donde comenzó a vivir junto a una profesora alemana, a la cual amenazó con un cuchillo.
Posteriormente abusó sexualmente de ella. La golpeó hasta dejarla inconsciente, hecho que no fue imputado por la justicia, puesto que era menor de edad.
Desde ahí El Tila comenzó a aumentar su prontuario delictivo. A sus 15 años fue detenido y condenado a 5 años de presidio en una cárcel de adultos, donde fue víctima de abuso y se volvió adicto al alcohol y las drogas.
Allí comenzó a mostrar ciertas señas muy crueles de maltrato con sus víctimas.
“Gran parte de la semitortura que empleó las aprendió en el Sename relacionándose con delincuentes ya ‘expertos'”, indicó la periodista.
La primera víctima
Maciel Zúñiga fue una joven de 15 años que se practicó un aborto sin el consentimiento de Roberto, lo que desató por primera vez su ira y la asesinó en una línea férrea en la comuna de Pedro Aguirre Cerda en la región Metropolitana.
Él mutiló su cuerpo y, además, tuvo prácticas de canibalismo, para luego ingresar sus restos en un tambor, prenderles fuego y abandonarlos.
Luego de ello Roberto no cometió un delito similar hasta el año 2002, cuando subió a un segundo piso de un edificio ubicado en la comuna de La Dehesa y abusó sexualmente de una madre y su hija. Después propinó una golpiza al hijo menor de la víctima y se llevó objetos del lugar.
Un mes más tarde El Tila volvió a escalar un edificio en la comuna de Vitacura donde se encontró con un matrimonio, al cual redujo y le robó una serie de pertenencias, pero además amarró al dueño de casa para que fuera espectador de las atrocidades que le haría a su pareja, de quien abusó sexualmente.
Misma situación fue replicada en otras ocasiones, lo que llevó a que la Policía de Investigaciones se percatara de su modo de operar y fuera posteriormente detenido por sus crímenes, todos en la zona oriente.
Fecha de su muerte
A sus 26 años y mientras era enjuiciado, Roberto aprovechó un corte de luz en el penal de Colina II para quitarse la vida con el cordón eléctrico de una máquina de escribir que le habían facilitado para que se desempeñara en su pasión: la escritura.
El Tila falleció sin tener una condena específica, a una corta edad y con un largo prontuario.
Su historia llegó al cine
El año 2015 la historia de Roberto llegó hasta a la pantalla grande de la mano del director Alejandro Torres, donde intentó retratar la vida de uno de los asesinos más macabros de la historia policial chilena.
De hecho, Nicolás Zarate, quien protagonizó la ficción, obtuvo el premio a mejor actor en el Festival Sanfic en su estreno, producto de su gran trabajo.
Además, en la cinta trabajan actores como Daniela Ramírez, Rodrigo Soto, Daniel Alcaíno, Trinidad González y Jorge Becker.