La Corte Penal Internacional (CPI) ha dictado una orden de detención contra el presidente ruso Vladimir Putin.

Lo anterior, luego de ser sindicado como responsable de crímenes de guerra en Ucrania.

La CPI emitió otra orden de arresto contra la política rusa María Lvova-Belova, comisionada presidencial para los Derechos del Niño en Rusia, con la misma acusación.

La Corte Penal Internacional es el tribunal encargado de juzgar a los individuos responsables de ciertos delitos graves como genocidios, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra y agresiones entre Estados.

También como aquellos acontecimientos que el propio Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas o un Estado remite a la CPI.

Rusia no reconocen jurisdicción de la CPI

Sin embargo, la Corte tiene importantes límites.

Su jurisdicción se aplica únicamente a los países firmantes del Estatuto de Roma —tratado constituyente de la organización— o a los nacionales de estos.

Y hay una serie de países que no aceptan la figura de este tribunal, entre las que destacan Estados Unidos, China, India, Pakistán, Turquía, Israel o Rusia.

De acuerdo a la agencia EFE, Rusia calificó de “nula jurídicamente” la orden de arresto del jefe del Kremlin.

el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tachó la orden de “indignante” e “inadmisible”.