Esta semana, el joven baleado en el metro Los Dominicos, Javier Raggio, dio su testimonio y relató el asalto del que fue víctima. La violenta situación lo dejó baleado en la espalda, y desde inicios de agosto recupera en un recinto de salud.

En entrevista con Chilevisión Noticias Tardela víctima aclaró que el asalto ocurrió afuera del metro.

Aunque Javier le entregó su teléfono al agresor (de solo 15 años), este procedió a golpearlo en reiteradas ocasiones para conseguir la contraseña del equipo.

Como sus intentos no dieron resultado, huyó al interior de la estación.

Raggio decidió seguir al ladrón al percatarse de que era menor que él, pues quería recuperar su teléfono. Manteniendo distancia para que el adolescente no lo viera, pensó en pedir ayuda de los funcionarios de seguridad para capturarlo.

“En el metro veo que están estos guardias. Lo agarro firme (al agresor), como por atrás, para que no me hiciera nada de vuelta, y les pido ayuda a los guardias. Se acerca uno, pero no realiza ninguna acción de protección, de sometimiento, de ganarle al delincuente“, lamentó la víctima del robo y la posterior agresión.

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Captura | CHV

Joven baleado en metro Los Dominicos contó la nula reacción de los guardias

En el breve momento que tardó el guardia en acercarse, Javier soltó al delincuente y este apuntó con una pistola al encargado de seguridad.

“Mi reacción en ese momento fue ‘no quiero ver cómo le disparan a alguien’ y lo agarro de nuevo, pensando que a lo mejor se arrepentía, no sé. Él, sin miedo, sin nada, trata de dispararme 3 o 4 veces. Ya la cuarta le resulta y me da en la espalda”, recordó.

Ya en el suelo, solo escuchó gritos. Pidió ayuda, pero no hubo reacciones a la altura de la situación.

“El primer auxilio que tuve no fue de contención ni nada, fue como ‘déjenlo ahí’. No sabían muy bien qué hacer“, explicó Javier Raggio.

Según su testimonio, “no estaba ese protocolo de ‘persona herida’ en el metro. Yo siempre dije que no podía respirar, sentía que en el pecho algo tenía (…) Ante esa preocupación, seguí pidiendo ayuda y pedí que llamaran a la clínica, SAMU, lo que sea”, añadió.

Recién con la llegada de Carabineros, recibió el apoyo y atención que necesitaba, pues lo que había recibido fue el disparo de un balín de plomo.