El grupo islamista Hamás negó haber “matado niños, decapitado y atacado a civiles” durante su ataque a Israel el sábado.

Esto en respuesta a las “acusaciones inventadas” de soldados de Israel sobre masacres perpetradas en kibutzs por esos milicianos.

“Afirmamos firmemente la falsedad de las acusaciones inventadas y propagadas por algunos medios de comunicación occidentales que adoptan la narrativa sionista, incluida la afirmación de matar niños, decapitar y atacar a civiles”, señaló Hamás mediante un comunicado.

Aquí señalaron que sus milicianos solo “atacaron al aparato militar y de seguridad (israelí), que es un objetivo legítimo”.

Un portavoz del Ministerio de Exteriores israelí explicó este martes que entre los cuerpos hallados en esta comunidad de 750 habitantes, había “alrededor de 40 niños, entre ellos bebés”.

El Ejército israelí organizó una visita de periodistas extranjeros al kibutz, durante la cual soldados dijeron a algunos periodistas que los milicianos habían asesinado a decenas de residentes y que algunos habían sido decapitados.

Sin embargo, la portavocía del Ejército no ha confirmado oficialmente que hubiera víctimas decapitadas.

Fuentes médicas indicaron que se encontraron con pilas de cuerpos quemados, decenas de cuerpos mutilados y varios cadáveres de mujeres violadas.

El ataque sorpresa de Hamás ha dejado un saldo de al menos 1.200 muertos en Israel y más de 2.900 heridos.

Por otra parte, el Gobierno israelí informó que más de 100 personas han sido secuestradas por Hamás y llevadas a Gaza como rehenes.