¿Quién era Karin? La historia de TENS que consternó a Chile e impulsó ley de acoso laboral

Este jueves 1 de agosto entró en vigencia la denominada Ley Karin, que sanciona el acoso laboral, sexual y violencia en el entorno laboral.

Dicha modificación en el Código del Trabajo, lleva ese nombre, en honor a Karin Salgado, TENS que se quitó la vida en noviembre de 2019.

Recordemos que, mediante una carta, la profesional relató el acoso laboral que enfrentó al interior del hospital Herminda Martin de Chillán.

De acuerdo al relato de cercanos, el calvario de Karin inició en enero de 2018, cuando el hospital abrió un sumario por una denuncia de hurto de insumos. En ese entonces, ella fue llamada como testigo, pero terminó siendo castigada.

Si bien respondió sinceramente bajo juramento, el fiscal le sugirió que omitiera ciertos detalles para proteger a su superior.

Tras declarar, Karin fue confrontada por su jefa, quien ya conocía su testimonio.

A pesar de la confidencialidad, su superior le advirtió de las posibles consecuencias y, presionada, Salgado accedió a cambiar su relato.

Posteriormente, Karin descubrió que su jefa la había desacreditado en su declaración, y la catalogó como una mala funcionaria, y daba a entender que era “conflictiva” con sus pares y enfermeras.

“Todo esto me llevó abajo anímica y psicológicamente. En mi trabajo no daba más, ya que debía trabajar con la colega que me falló sabiendo que todo lo que yo decía era verdad”, indica en la carta.

El calvario de Karin en hospital de Chillán

Como si fuera poco, Salgado denunció que su jefa le exigió a sus colegas que no se relacionaran con ella, y tomó represalias con quienes se atrevieron a apoyarla.

“Esto me ha hecho mucho daño al punto de llorar y sentirme vulnerable de estar frente a personas de mayor rango y, como se dice, el hilo se corta por lo más delgado”, agregó en su carta.

En febrero de 2019, Karin fue trasladada a la bodega de farmacia con un 50% de reducción salarial.

Aunque su jefa recibió una amonestación menor, la TENS apeló a Contraloría, pero su solicitud fue rechazada. “Con esto me mataron”, admitió.

Debido a que el dinero que ganaba no le alcanzaba para vivir, cayó en una profunda depresión.

El último turno

Fue así como en octubre de 2019 intentó suicidarse. Sus colegas solicitaron que el hospital le proporcionara ayuda profesional, desde donde consiguieron una hora con un psiquiatra, pero para un mes más.

Luego de ese primer episodio, Karin nunca más volvió a trabajar. Su último turno fue el 11 de octubre de 2019, distribuyendo los medicamentos, insumos y sueros por el hospital. Sin duda era una función riesgosa, considerando su diagnóstico y el acceso a todo tipo de fármacos.

Finalmente, un mes después de ese incidente, el 12 de noviembre de ese año, Karin decidió quitarse la vida.