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Jaime Alexis Acuña Espinoza, de 17 años, desapareció tras salir de su trabajo en Curacautín y dirigirse a Santiago, posteriormente a La Serena y finalmente a Vallenar, donde se perdió su rastro. Su madre, Karen Espinoza, hizo un llamado desesperado a través de redes sociales, indicando que el joven se encontraba con una persona en Vallenar, desconocida para la familia. Pese a la preocupación, la madre expresó su deseo de ver a su hijo nuevamente, sin juzgarlo, y compartió un emotivo mensaje en Facebook instándolo a comunicarse para confirmar que está bien.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesEl pasado jueves 30 de enero, Jaime Alexis Acuña Espinoza, adolescente de 17 años, salió de su casa rumbo al trabajo, en Curacautín, y luego desapareció.
De acuerdo a los antecedentes recabados, el joven salió de su lugar de trabajo, a eso de las 20 horas, y tomó un bus con destino a Santiago.
En la capital, luego emprendió rumbo a La Serena, para luego llegar a Vallenar, ciudad donde finalmente se le perdió el rastro.
A través de redes sociales, su madre, Karen Espinoza, hizo un desesperado llamado: "No responde llamadas ni mensajes y es menor de edad", señaló.
La mujer dijo que se comunicó con una amiga del joven y que esta le había señalado que su hijo se encontraba con una persona, en Vallenar. Esta podría tratarse de una posible polola, que conoció por redes.
"No sé qué pasó por su cabeza, de irse tan lejos por alguien que solo conocía por Instagram", expreso en redes Espinoza, quien puso la respectiva denuncia por presunta desgracia en Carabineros.
"Lo espero con los brazos abiertos, no lo voy a criticar. Solo lo quiero ver, abrazar, sentir… para conversar, no para regañarlo, ni castigarlo. Lo único que quiero es que regrese", manifestó a Radio Rayén del Sur.
Finalmente, compartió una desgarradora publicación, en su perfil de Facebook.
"Si tiene miedo, o está asustado porque lo estoy buscando con tanta desesperación, no es para obligarlo a que se venga, si no quiere", escribió.
"Solo le pido que me hable, que me diga con su voz, que está bien, que tiene que comer, que no ha pasado frío, que nadie me lo está haciendo sufrir", agregó.
Además, le envió un mensaje: "Hijito de mi corazón, estoy llena de angustia y agonía desesperada por escuchar tu voz, de saber que estás bien. Mi vida soy capaz de irme a vivir donde tú seas feliz, pero dime 'mamita, estoy bien'. Necesito escuchar tu voz".
"Me está matando esta espera, mi bebé. Estos días no sale el sol para mí", cerró.