“Él es mi motivo”: Adriana Vacarezza valoró el apoyo de su hijo en compleja recuperación

Actualidad

Agencia UNO
El Papa Francisco enfrentó una pregunta crucial de la periodista Nicole Martínez de Radio Bío Bío sobre su respaldo al obispo Juan Barros, desatando críticas por su respuesta en la que negaba pruebas de encubrimiento de abusos. Tras la controversia, el Vaticano envió al arzobispo Scicluna a Chile. Este episodio marcó un punto de inflexión en la visita papal, evidenciando desencanto entre los fieles y catalizando una autocrítica del pontífice que resultó en una ayuda en la indagatoria de casos de abuso en la iglesia chilena.
Desarrollado por Bío Bío ComunicacionesEl 18 de enero de 2018, minutos antes de celebrar su última misa en Chile, el entonces papa Francisco enfrentó una consulta de Radio Bío Bío que marcó un punto de inflexión en su visita pastoral.
La periodista de La Radio, Nicole Martínez, le preguntó al papa Francisco en el Campus Lobito de Iquique si mantenía su respaldo al cuestionado obispo de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir al excura Fernando Karadima, consignó BioBioChile.
“El día que me traigan una prueba voy a hablar. No hay una sola prueba en contra, todo es calumnia, ¿está claro?”, respondió el pontífice.
La frase provocó fuertes críticas y evidenció la distancia entre la información que él manejaba y el malestar que se vivía en el país por los casos de abusos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica, que hasta el momento se habían conocido.
Aquella reacción —reconocería después el propio Francisco en una entrevista con Televisa de México— se transformó en el detonante para revisar su postura.
“Fue al final cuando respondí a esa periodista ¿se acuerda? Al final. Antes de la misa (en Iquique). Entonces, frente a la reacción… acá pasa algo. El viaje de vuelta me ayudó bastante a ver y finalmente cuando llegué acá pensé, recé, pedí consejo y decidí mandar un visitador apostólico, el cual destapó lo que yo no sabía. Fue una ayuda, yo me siento ayudado con eso”, relató.
Tras esta situación, el pontífice envió al arzobispo maltés Charles Scicluna a Chile, quien recogió testimonios que confirmaron graves encubrimientos.
La decisión abrió la puerta a investigaciones inéditas y marcó el principio de un cambio en la actitud del Vaticano frente a las denuncias de abusos.
Durante la visita papal, la baja asistencia a misas y encuentros evidenció el desencanto de los fieles.
El caso Barros, en particular, empañó el viaje. Sin embargo, fue la pregunta de Radio Bío Bío la que catalizó la autocrítica del papa Francisco y aceleró una indagatoria que años después él mismo calificó como “una ayuda”.
Según él mismo comentó, la prensa jugó un rol fundamental en el proceso de indagación en los casos de abuso en la iglesia católica chilena.
Revisa el momento aquí: