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El comediante venezolano George Harris enfrentó pifias y aplausos en su presentación en el Festival de Viña del Mar. A pesar de las críticas, decidió retirarse del escenario, pero fue persuadido por Rafael Araneda y Karen Doggeweiler para regresar y continuar su actuación. Harris aceptó la oportunidad, recibiendo consejos de los animadores y cerrando su rutina con un bloque mixto de humor y música, a pesar de las reacciones divididas del público.
En medio de pifias y aplausos, el comediante venezolano George Harris comenzó su rutina de humor en el Festival de Viña del Mar.
Estas reacciones se mantuvieron durante toda la presencia del humorista sobre la Quinta Vergara, las que fueron rápidamente notadas por él.
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A pesar de las ácidas respuestas de George Harris a sus haters, los abucheos continuaron hasta que decidió interrumpir su show y despedirse de Viña.
"Si ustedes no quieren que yo haga este show, no pasa nada. Yo no vine a imponerme a nadie...", expresó antes de irse del escenario. Sin embargo, Rafael Araneda y Karen Doggeweiler evitaron su salida y pidieron una nueva oportunidad.
"Vamos a escuchar el trabajo que ha preparado George Harris...", intervino el esposo de Marcela Vacarrezza.
Fue tal la intervención que incluso Rafa aconsejó a George para lograr triunfar sobre la Quinta Vergara. "Mi sugerencia, habla un poquito más rápido, y ya", sugirió el animador.
El artista venezolano volvió a tomar el micrófono, pero no duró demasiado: las pifias continuaron. "¡Qué lastima que ganen los malos siempre! ¡Gracias Venezuela por llenar este lugar!", dijo antes de retirarse, nuevamente.
A pesar de la petición del "monstruo", Karen y Rafa insistieron en darle otra oportunidad.
"Si el público está dispuesto a ver tu rutina y tú estas dispuesto a tener una gran despedida...", dijo Doggenweiler para evitar su salida.
"Si tú estas de acuerdo, me gustaría que pudieses ordenar tus ideas (...) y si tú deseas intentar, vas a ser un superhéroe porque no desististe frente a nada. De lo contario, lo respetamos...", añadió Rafa para convencer al artista.
Finalmente, George Harris aceptó la petición y retomó el show, cerrando su rutina con un bloque mixto entre humor y música que no logró convencer a sus detractores.