Resumen automático generado con Inteligencia Artificial Este domingo se cumple un año del triple homicidio en Cañete donde tres carabineros fueron asesinados durante un operativo nocturno. La Fiscalía ha capturado a los hermanos responsables del crimen, Jefferson, Felipe y Tomás Antihuén Santi, quienes emboscaron a los uniformados durante un arresto domiciliario nocturno. Los sujetos habrían planearon el ataque para demostrar control territorial y generar intimidación. Los imputados enfrentan cargos por homicidio, incendio, robo con violencia, y el fiscal solicitará presidio perpetuo calificado.
Este domingo 27 de abril se cumple un año del triple homicidio que conmocionó a la comuna de Cañete, en la región del Biobío, donde tres carabineros fueron asesinados durante un operativo nocturno.
La tragedia cobró la vida del sargento primero Carlos José Cisterna Navarro, junto a los cabos primeros Sergio Antonio Arévalo Lobos y Misael Vidal Cid.
El hecho ocurrió cerca de la 01:00 de la madrugada, en las cercanías del límite entre Cañete y Tirúa, cuando Bomberos encontró una patrulla policial incendiada con los cuerpos de los funcionarios en su interior.
A un año del atentado, la Fiscalía asegura haber capturado a los tres sospechosos que considera responsables: los hermanos Jefferson Antihuén Santi, Felipe Antihuén Santi y el más reciente detenido, Tomás Antihuén Santi.
De acuerdo a BioBioChile, los sujetos habrían planificado el ataque, aprovechando el cumplimiento de un arresto domiciliario nocturno que debía ser verificado por personal de Carabineros.
Allí, tras cerrar el portón del domicilio, emboscaron a los uniformados, disparándoles mientras uno de ellos descendía de la camioneta blindada.
Fiscal reflexiona a un año del impactante crimen
Roberto Garrido, fiscal a cargo de la causa, conversó con Emol y se refirió a la gravedad de lo ocurrido. "Son los peores crímenes y más violentos que se hayan ejecutado en contra de agentes del Estado, que yo tenga memoria", señaló.
El persecutor también explicó que el traslado de los cuerpos a la ruta Cañete-Tirúa y su posterior incineración tenía un propósito. "Demuestra que ellos querían evidenciar el control territorial que pueden ejercer sobre ciertas zonas, enviar un mensaje de desafío a la autoridad y generar intimidación también respecto de quienes podían tener información".
Respecto al ataque, Garrido detalló que "los carabineros fueron ejecutados. Todo se dio muy rápido, fue un ataque muy veloz que comienza con este control de cautelar, salen de los matorrales, los intimidan y disparan. Dos carabineros murieron por una 9 milímetros y el otro por una escopeta. Los tuvieron arrodillados, ya que los disparos fueron de forma descendente".
Tras ser asesinados, los cuerpos fueron subidos al pickup de la camioneta y trasladados a la ruta, donde los agresores utilizaron un bidón de bencina que los uniformados portaban.
Los primeros detenidos fueron Jefferson y Felipe Antihuén, mientras que Tomás fue capturado recién el 21 de marzo, tras ser encontrado oculto en una casa ubicada a 10 kilómetros del sitio del crimen.
Actualmente, los tres imputados enfrentan cargos por homicidio de carabineros en ejercicio de sus funciones, incendio, robo con violencia, porte ilegal de arma convencional y prohibida, y traslado ilegal de restos humanos.
El jefe del Ministerio Público en La Araucanía detalló que la investigación se encuentra en su etapa final, y adelantó que solicitarán la pena de presidio perpetuo calificado para los tres acusados.