Cony Capelli fue la última invitada al podcast de Eva Gómez en Youtube, donde conversó de variados temas sobre su vida.
Entre ellos, ahondó en la época en que consumía drogas, y cómo era su relación con su madre y amigos de ese entonces.
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“Salí del ballet, empecé a carretear. A los 18 lo dejo y empiezo a ir a las fiestas electrónicas y ahí me empecé a meter con las drogas”, partió contando.
Cony aseguró que “siempre fui consciente de lo que estaba haciendo y las consecuencias. Cuando uno está en una depresión, puedes estar tirándote de un barranco y lo vas a hacer igual. Es una manera de evadir y enfrentar el dolor”. En esa misma línea, precisó que estar consciente “fue lo que me salvó”.
Respecto a su madre, sostuvo que “los primeros dos años mi mamá nunca cachó. Yo era súper independiente. Vivía sola, pagaba mi departamento”, agregó.
La bailarina de ballet explicó que se emparejó “con una persona que trabajaba en el medio, que era DJ, trasnochaba mucho, trabajaba en la noche, en los after. Mi mamá quería indagar más, pero súper sutil. Ella siempre confió en mí”.
“Ella siempre me ha dado esa libertad de equivocarme. Al final, por más que ella me haya tomado los pelos y me tire a un centro de rehabilitación, eso no sirve de nada. Salgo y lo vuelvo a hacer. Es duro como mamá ver a tu hijo caer y no poder sacarlo de ahí, pero era parte del proceso”, contó.
Gracias a las herramientas que le entregó su progenitora, reveló que pudo salir de las drogas. Asimismo, reveló que para ella, la cocaína es una droga de la que no se habla mucho y está “tan latente, que está en todas partes”.
“Yo experimenté en mi tiempo muchas drogas, y esta te quita el alma, es tremendamente adictiva, he visto a tantos amigos míos morir por eso, por accidentes de auto, me marcó tanto”, aseguró.
Cony Capelli, amigos y drogas
Consultada por el círculo de amigos que la acompañaba cuando consumía, reveló que tuvo que soltarlos para poder rehabilitarse.
“Es súper difícil una como persona adicta tener que soltar eso, porque esas personas estuvieron ahí cuando nadie estaba”, señaló.
“Compartimos momentos súper profundos, yo lloraba con mis amigos de ese entonces, compartíamos nuestras penas, el por qué hacíamos lo que hacíamos. Es súper fuerte soltarlos y dejarlos ir”, agregó.
Finalmente, explicó que “intenté tratar de rehabilitarme con mis amigos de ese mundo, pero no lo pude lograr, recaía y recaía. Ahí entendí que tenía que dejarlos ir”, cerró.