El actor y músico Matías Oviedo participó en Al Piano con Lucho, quien habló de su nueva vida como papá y proyectos fuera de la TV con Luis Jara.
El conductor del espacio de TV+ comenzó la entrevista preguntándole a Matías si se consideraba más músico que actor, esto ya que pocos saben que el actor estudió en el Conservatorio.
“Yo me sentía más músico. Yo de hecho entré a estudiar contrabajo al Conservatorio de la Católica, pero el contrabajo es un instrumento, bueno en general todos los instrumentos de Conservatorio, los cabros lo empiezan a estudiar en el colegio. Entonces yo tenía que hacer un ciclo básico y luego se hacía la carrera universitaria”, rememoró.
Matías dijo que "no me imaginaba estudiando otra cosa que no fuera algo artístico… Entonces yo entro a esta carrera que no necesitaba ni prueba de aptitud en esa época".
Como sentía que le quedaba mucho "tiempo muerto", algo que su mamá también pensaba, decidió ingresar a Teatro.
Ahí fue donde Matías descubrió su verdadera vocación e intentó compatibilizar ambas carreras: “Yo, de hecho, descubrí mi vida en el teatro, o sea, dejé de estudiar música. Logré estudiar dos años las dos cosas al mismo tiempo”. No obstante, después dejó los estudios de músico.
Su carrera en televisión
Matías también se refirió a su trabajo en el mundo de la televisión, desde que comenzó en 16, hasta su paso por Verdades Ocultas: “Ahora llevo un par de años sin tele, no me llamaron, digamos”.
Lucho fue directo y le preguntó a Matías si le dolía estar sin televisión: “Sí, pero no tanto, se me ha abierto un mundo también. Hay vida después de la tele y la estoy descubriendo. He hecho un montón de obras de teatro, he tocado más que nunca. No me quejo, pa’ nada. Se me abrió un mundo”.
También contó cómo fue trabajar en la teleserie más larga de la televisión chilena: “Verdades Ocultas y yo fui uno de los pocos que estuvo los 5 años, y si soy más riguroso, creo que fui el único que estuvo en los cinco años”.
Respecto al particular guion, Matías reveló que hasta para él era sorprendente: “Yo a veces leía el capítulo… ‘noooooo, eso no puede ser, qué se fumaron’… Pero sabes qué, a la teleserie cuando más le iba bien, era cuando pasaban cosas más raras”.
Además, agregó que: “Fue un fenómeno, una teleserie que se da a las 4 de la tarde, a veces era el programa más el programa más visto de la televisión chilena en el día”.
La dolorosa pérdida de Matías Oviedo
El actor también profundizó en el vínculo con sus papás y cómo desde temprana edad trató de desmarcarse: “Yo fui bastante rebelde ya en el sentido que mis papás son gente muy conservadora, no en el mal sentido de la palabra, sino que mi mamá se casó a los 18, a los 19 ya tenía su primer hijo, a los 20, a los 30 ya tenía cinco, lo mismo mi papá, entonces vivieron otra realidad y yo como que no quería vivir esa vida”.
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Sin embargo, Matías Oviedo reconoció que al crecer comenzó a ver a sus papás con otros ojos: “Después fui creciendo, entré a la U… de partida me apoyaron heavy cuando entré a estudiar música y estudiar teatro, me apoyaron, me iban a ver, necesitaba comprarme un instrumento, me prestaban plata ¿cachai?”.
Matías se dio tiempo para recordar a su padre, quien falleció hace algunos años: “Es un tema sensible para mí, pero mi papá tuvo un accidente, mi papá era equitador, y mi papá tuvo un accidente que lo dejó cuatro años en coma".
"A los 64 tuvo el accidente y murió a los 68… más que tenernos autocompasión a mí y a mis hermanos, a mi mamá, me da mucha pena por él, porque él era un tipo trabajador, como que había juntado su plata. Nosotros no éramos una familia de plata, digamos y que había juntado sus lucas para su jubilación, y le gustaban sus caballos y se había comprado una pequeña parcelita para llevarse a sus caballos, como todos esos sueños que él tenía se quedaron ahí, fue muy terrible”.
Lucho le preguntó cómo recordaba a su papá: “Ese optimismo, era gozador, lo pasaba bien haciendo cosas simples, o sea, aparte que ya de más viejo yo lo sentía a él más resuelto también, como más y más tranquilo".
Oviedo reconoció que "yo extraño que él haya conocido a sus nietos, conoció solamente a cuatro de los once que hay ahora. Se hubiera muerto de la chochería. Es triste, porque fue un accidente súper tonto también”.
También contó cómo este hecho lo marcó para siempre: “Hasta el día de hoy, yo creo que te cambia la visión de la vida un poco. Yo siento que es muy azarosa la vida, es un azar”.