En el podcast Eso lo digo yo, Nicolás Oyarzún habló con Fernando Godoy sobre los peligros de las redes sociales.

En específico, se refirió a los comentarios que se reciben: "Cuando te escriben cosas buenas es bonito, pero cuando te escriben cosas malas duele".

"Quizás hay mucha gente que anda así, que le da lo mismo, pero a mí no me da el alma, a mí me importa, no porque me importe lo que opina el resto, sino porque me gusta recibir cariño", agregó el actor.

De hecho, sostuvo que "yo espero hasta el último día de mi vida llevar la bandera de la amabilidad".

"Yo sé que hay gente que dice 'una vez le pedí una foto y no quiso'. Quizás me lo pediste en un mal día, quizás estaba comiendo, quizás te quise explicar que no sea una foto, podemos abrazarnos y conversar, pero esas personas se lo tomaban mal", expuso Nicolás Oyarzún.

Luego, se refirió a su experiencia como jurado en el recién pasado Festival de Viña del Mar.

"En el Festival de Viña, yo estaba súper asustado por la reacción de la gente, porque decía: '¿Y si son más los pesados que los buenos?'", recordó, refiriéndose a que podría haber recibido pifias cuando lo presentaban.

"Entonces, lo que quiero entregar ahora, es escríbeme algo pesado, pero sabiendo que me va a doler. Como cuando tú quieres ser divertido a través de utilizar otra persona, a esa otra persona le va a doler", cerró.

Like Media, la agencia digital que encabeza Karol Lucero, rompió el silencio luego de la polémica por malos tratos laborales y el no pago de remuneraciones.

A través de un comunicado compartido en redes sociales, aclararon a la opinión pública y medios de comunicación su postura al respecto.

"Lamentamos que durante la semana pasada se difundiera información inexacta y que terceros hablaran en nombre de nuestro equipo sin considerar nuestra opinión y omitiendo, en algunos casos, nuestras declaraciones", indican.

"Asimismo, aclaramos que los integrantes de Like Media desempeñamos nuestras profesiones en otros trabajos remunerados, los cuales ejercemos con responsabilidad y compromiso", agregan.

De igual forma, señalaron que la participación en el pódcast Un día + se realiza de manera voluntaria y durante tiempo libre.

"Sin que ello implique menosprecio por nuestras carreras ni por el ejercicio profesional de quienes formamos parte del equipo", señalan.

Por último, enfatizaron que "no trabajamos para Karol Lucero, ya que no existe una relación de subordinación ni dependencia dentro de esta iniciativa. Además, desmentimos cualquier afirmación sobre la existencia de maltrato o abuso de algún tipo en este contexto".

Recordemos que Karol se defendió de las acusaciones, asegurando que quienes trabajan para él saben que no tendrán una remuneración económica.

Camila Stuardo, quien alcanzó notoriedad tras su participación en Miss Chile 2012, sorprendió a sus seguidores al compartir un detalle íntimo sobre su vida.

A través de sus redes sociales, la comunicadora habló abiertamente sobre un complejo físico que la ha afectado por años.

"Soy súper transparente y yo transpiro un montón", confesó.

¿Cuál es el tratamiento al que se sometió Camila Stuardo?

Acto seguido, explicó que padece de hiperhidrosis, una condición que provoca sudoración excesiva en distintas zonas del cuerpo, siendo las axilas una de las áreas más afectadas en su caso.

Para combatir este problema, la presentadora reveló que opta por la toxina botulínica, procedimiento que ha utilizado durante más de una década.

Además, contó que descubrió esta alternativa hace casi 13 años, cuando conoció a un médico durante su paso por el certamen de belleza.

"Le conté que transpiraba mucho, que en verano sufría. Me dijo que el bótox también podría usarse en las axilas y ahí empecé a ocuparlo", relató, según recogió Meganoticias.

Sobre el procedimiento, la modelo detalló que consiste en entre 20 y 25 microinyecciones superficiales, las cuales buscan bloquear la sudoración de las glándulas.

"Es diferente a lo que se hace en la cara, y los efectos comienzan a notarse después de 10 a 12 días", explicó.

Actualmente, la conductora se somete a este tratamiento cada 9 a 12 meses, con aproximadamente 15 inyecciones por axila.

"En su momento fue un tema para mí. Incluso llegué a poner protectores diarios en mis blusas para no mojarlas. Esto me cambió la vida, es una maravilla", aclaró.