El martes, en el programa Buenas Noches a Todos, Eduardo Fuentes conversó con Carla Jara sobre varios episodios de su vida. Pero uno de los momentos más emotivos fue cuando la ex Mekano habló del proceso de 4 años en que estuvo tratando de volver a ser madre junto a su marido, Francisco Kaminski.
“Es algo complejo, doloroso y costoso, emocional y económicamente. ¿Cómo llevan adelante esa búsqueda?”, le preguntó el conductor del espacio.
“Ha sido súper difícil y nunca me lo imaginé, porque Mariano llegó muy rápido. Cuando dijimos ‘tengamos otro hijo’, no pasaba nada. Todos los meses era soñar y ver que llegaba mi período”, expresó Carla.
“Después de intentarlo como un año y medio, el doctor me dijo ‘ya, podemos empezar a hacer estudios’. Comencé a ver si las trompas estaban permeables o no, si tenía suficientes óvulos. Después Kami tenía que ver sus espermios y estaba perfecto”, indicó.
También puedes leer
En ese camino de exámenes, Jara logró quedar embarazada de manera natural. “Muy contentos todos, se lo contamos a Mariano. Pero, cuando llega la primera ecografía, nos damos cuenta de que el huevito estaba alojado en la trompa izquierda“, recordó la recordada participante del reality Pelotón.
Por lo mismo, les dijeron que había que esperar porque, por lo general, las mujeres en esa situación tienen un aborto espontáneo. “No alcanzaron a pasar ni tres días y empecé con un dolor horrible, como si me enterraran un cuchillo”, dijo la entrevistada.
“Kami me llevó a la clínica. Le tomé la mano y le dije ‘mi amor, yo me voy a morir’, porque el dolor era una locura, y ya me habían puesto 3 veces medicamento. Me desmayé y no supe nada”, relató, sorprendiendo a Eduardo Fuentes.
Carla tenía una hemorragia interna, por lo que tuvieron que ingresarla a pabellón y hacer una cirugía en que le cortaron la trompa, lo que disminuyó tremendamente sus posibilidades de volver a embarazarse.
El doloroso camino de Carla Jara para tratar de ser mamá por segunda vez
Buscando especialistas en fertilidad, llegó a un médico que le recomendó estudiar su útero y probar la inseminación artificial, aunque esto no tuvo resultados. Posteriormente, vino la fecundación in vitro, con sus altos gastos asociados.
“De los 22 huevitos que me sacaron, solo 4 estaban óptimos para ser implantados. Me puse dos, pero no duraron y los perdí de manera natural”, lamentó, detallando que tres eran masculinos y solo uno femenino, y ella quería tener una niña.
“Empecé un tratamiento psicológico y psiquiátrico para entender qué pasaba conmigo, por qué mi cuerpo no podía… Era una culpa que me estaba matando”, señaló Carla en la entrevista.
Ya en marzo, dijo “no lo intento más, no quiero saber más de hormonas, de nada”. Sin embargo, transcurrieron varios meses y un día amaneció con la intención de volver a intentarlo con los huevitos que quedaban, pues se había estado cuidando mucho y estaba en perfecto estado de salud.
“En Navidad le conté a mi mamá que estaba embarazada, porque necesitaba ayuda para no hacer muchos esfuerzos. Pasé esa fecha súper bien, pero después de Año Nuevo empecé con mucho dolor en la zona abdominal“, contó. Era el mismo dolor de la vez anterior.
Hasta ese punto, Carla se había hecho 2 ecografías que mostraban todo correcto, pero uno de los huevos había desaparecido, mientras el otro se trasladó a la trompa que quedaba, obligando a proceder con una nueva intervención.
A pabellón entró con miedo, y salió con muchísima tristeza. Eso sí, destacó la contención y compañía que recibió de parte de enfermeras y otras mujeres que se acercaron para contarles sus propias experiencias.
La reflexión tras las pérdidas
Carla Jara volvió a su casa, pero los malestares seguían. Por eso, tuvo que regresar a la clínica para una nueva ecografía, donde apareció el huevito que antes no estaba.
“Para Kami y para mí era un sueño. Si ese fuera el final de la película, habría sido perfecto, si ese huevito hubiera tenido latidos. Pero no los tenía“, confesó con la voz cortada por la emoción.
Así, una vez más, la ex Mekano entró a pabellón, ahora más asustada y pidiéndoles a sus ángeles que la cuidaran y le permitieran seguir adelante por el hijo que ya tenía, aunque el destino no quisiera que volviera a ser mamá.
“Estoy viva y estoy sana. De aquí para adelante. Por ahora, nos olvidaremos del tema porque no me queda nada más que implantarme. El tratamiento es muy caro y difícil. No sé si voy a tener para hacerlo dos veces”, reflexionó.
Finalmente, la entrevistada quiso enviar un mensaje al público, pidiendo que sean más criteriosos y respetuosos con aquellas mujeres que han perdido un embarazo, aunque sea en una etapa inicial de gestación.
“Una tiene el alma destrozada. Una mamá embarazada de un mes ya es mamá, y lo está sufriendo de verdad. Solo acompáñenlas y apóyenlas, nada más”, cerró.