Hace cuatro meses Javiera Acevedo partió a Barcelona para tomar clases de inglés y de teatro, aunque eso no fue lo único que hizo, ya que se le vio disfrutando del sol y el calor europeo en sus fotos compartidas en Instagram.
De vuelta en Chile, la rubia señaló que fue un periplo que “me autoregalé, porque me lo merezco” y agregó que aprendió “a caminar por las calles con la cabeza levantada. Mi último tiempo en Chile, antes de viajar, estaba un poco chata. Todavía me hablaban de la separación (su quiebre con el actor José Martínez) y yo no quería que me miraran”, explicó a LUN.
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Pero eso no fue todo lo que dijo la actriz, ya que tras su arribo a nuestro país, comentó “soy un ser humano común y corriente. Miro y saludo. Estoy feliz. Llegué con la película más clara. Me quiero mucho más. Estoy sola, sí, pero ya no voy a estar con el primer tipo que me pesque. Voy a estar con el mejor y si no, me quedo solita nomás”.
Muy en su estilo, Javiera confesó que llegó pobre “pero feliz”. Y continúa diciendo “lo que viví no tiene precio”, aunque el momento en que pasó su tarjeta por el cajero y salió rechazada, fue cuando se dio cuenta que debía volver. “Fueron meses en los que gasté y no produje nada. Me tengo que poner las pilas ahora (…) Tengo hartos proyectos como hacer un programa de radio, otro de viajes para el cable. Al Pollo (Valdivia) ya le dije que quiero explorar otros horizontes”.
Respecto a su futuro laboral, piensa que una buena idea es trabajar de manera independiente haciendo cursos de teatro “a personas que no pueden estudiar actuación, porque sus papás no los dejan. A mí me pasó y tuve que estudiar ingeniería comercial. Voy a organizar también una venta de ‘cachureos’. Tengo un montón de ropa que no uso y ya no quiero tanto consumismo”.
A pesar de que aún le falta continuar amoblando su departamento, la rubia señala que está contenta y que volvió con las pilas cargadas, “estoy disfrutando a mi familia, mis perros y gatitos. Organizando almuerzos y comidas con mis amigos. Estoy demasiado feliz”, finaliza.