El revuelo no para en Hollywood luego de destaparse varios casos de abuso sexual contra mujeres de la industria.

Esta vez fue el turno de una chilena radicada en estados Unidos. Se trata de Leonor Varela, quien decidió también compartir su mala experiencia.

Con respeto al tema, la actriz aseguró a La Segunda que “yo creo que a todas nos ha tocado. Estoy viendo la mejor manera de de verbalizar y contar mi experiencia. Por eso estoy hablando con la gente de Europa, porque tiene que ver con esa área geográfica del mundo”.

Luego agregó lo siguiente: “Tengo la suerte de ser súper fuerte y he tenido la fortaleza de no dejarme tratar como objeto. Ahora bien, entiendo lo que significa para una persona más vulnerable o con menos carácter que yo”.

A continuación explicó: “Cuando yo sentí la energía del depredador, yo me tapé. Mis primero papeles después de Cleopatra (1999), fueron cosas que hice para afearme, para valorar lo que tenía adentro más que lo que tenía afuera.

Pero el camino no fue fácil, ya que incluso recibió una oferta de la revista Playboy para protagonizar una portada, aunque nunca accedió a la propuesta. “Todo lo que me llevaba a ser objeto sexual y a sentirme poco segura para mí era algo negativo y esa oferta lo era. Escogí no exponerme a estas situaciones y aún así tuve experiencias muy violentas”.

Frente a esas situaciones, “tuve que agacharme y salir corriendo. Literalmente, porque se te echan encima y tienes que correr a la puerta y salir del lugar. Aún así uno padece un estigma y queda traumatizada sin duda. No voy a entrar en detalles porque estoy decidiendo cómo y cuándo sea la mejor manera de contarlo”.

“Mi objetivo es que esta persona sea expuesta y estoy buscando la mejor manera, que es la más eficiente de exponerla porque se encuentra fuera de Estados Unidos en este momento”, puntualizó.

Con respecto a su trabajo con Weinstein, Varela detalló que “cuando llegué a EE.UU. con Cleopatra yo estaba en un póster sensual en todas las paradas y sé que Weinstein tomó el teléfono y llamó a mi agente. Me dieron cuatro películas solamente por verme en ese póster, sin conocerme. Yo hice una película con ellos, un western, pero nunca me sentí cómoda jugando ese juego. Cuando habían cenas, yo no iba. ¿Y cuál es el precio que pagué por eso? Nunca más me volvieron a contratar. Tenía un contrato por cuatro películas e hice una”.