En enero de este año, causó gran impacto la noticia del quiebre de la relación entre Santiago Tupper y Daniela Palavecino. Y es que tras dos años de matrimonio, la pareja tomó la decisión de separarse.

En este contexto, apenas se produjo la ruptura, el actor tomó una drástica decisión tras 10 años de independencia: volver a vivir con su madre.

Este proceso no fue fácil, ya que el regresar a la casa de su mamá, para Santiago en un principio fue un duro golpe: “Volver a vivir con ella ha sido extraño. Al principio, como venía de una separación, tuve una sensación de fracaso por volver a su casa, pero rápidamente me di cuenta de que es un privilegio volver a ese lugar que es como una especie de útero, donde puedes reponerte, reflexionar y estás regaloneado, cuidado y acompañado”, comentó en conversación con la Revista Mujer.

Sin embargo, con el pasar de los días, Tupper comenzó a asimilar el proceso. Ahora que ya han pasado cinco meses desde que tomó esta decisión, para él es más como una etapa: “Aunque no me gusta mucho esa palabra, soy mamón, hay que reconocerlo. Siempre he sido muy cercano a mi mamá. Desde que me separé, en esta etapa de transición, estoy viviendo con ella. Mi mamá es la primera persona a la que acudo cuando necesito hablar de algo serio, o si tengo algún problema”.

Santiago reconoció que en esta etapa de su vida, ve a su madre mucho más allá del rol de crianza, ya que hoy la ve en un plano mucho más de amigos: “Mi madre es una mujer con los pies muy bien puestos en la tierra, con mucha fuerza para salir adelante, es una resiliente, una leona guerrera compasiva. ¡Y guapa! Muy guapa”.

“De ella heredé la empatía con las personas, aprender a ponerse en el lugar del otro. También su habilidad para abstraerse de las cosas y mirarlas con objetividad. Heredé su generosidad, su capacidad de análisis y su profundidad para mirar la vida”, concluyó el actor, que aseguró que es lo que es gracias a su madre.