Hace bastante tiempo que Patricia López está alejada de la televisión y enfocada en cultivar su vida espiritual.
Es precisamente lo anterior lo que la llevó a alejarse de Chile para radicarse, por seis meses, en el centro de la Fundación Isha, sistema de meditación y filosofía de la maestra espiritual Isha Judd, en Costa Azul en Uruguay, hasta donde llegó con su pareja de hace más de dos años.
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El proceso ha provocado grandes cambios en la actriz, quien catalogó esta experiencia como una de las mejores de su vida, y cómo no si junto con cultivar su cuerpo y mente, la artista de 41 años decidió sellar su relación de dos años y medio con un europeo en un matrimonio simbólico.
“El hecho de vivir esta experiencia juntos nos pareció una idea excelente para sanarnos individualmente y como pareja. Fuimos muy valientes. Ha sido confortante, al principio no fue fácil pero es lo más bello que hemos hecho por nosotros. Nos decimos la verdad, nos mostramos abiertos con nuestras emociones y sentimos cada vez más amor entre nosotros (…) Tanto así que le pedí matrimonio y él aceptó. Hoy es mi esposo y me llena de emoción tener una relación tan honesta con el hombre más bello del mundo“, comentó López a Las Últimas Noticias.
En la oportunidad, también aseguró que una vez que terminen este retiro realizarán las celebraciones correspondientes para el importante paso que decidieron dar.
“Fue un compromiso que tomamos los dos muy íntima y privadamente. Una unión espiritual, que es la importante. Haremos la ceremonia y celebraciones correspondientes al terminar nuestro proceso. Pero para nosotros ya somos un matrimonio y estamos felices”, manifestó la actriz.
López también comentó que este retiro trata de limpiarse del estrés y conocerse íntimamente, por lo que siguen rigurosas rutinas de ejercicios y una alimentación saludable, pero asegura que no hay nada de fanatismo en este lugar, y que tienen acceso a Internet y celulares para mantener contacto con el resto del mundo, aunque en la justa medida.
En la ocasión, la actriz también reveló que al finalizar este proceso de limpieza espera regresar a Chile para trabajar con niños, ya que se convertirá en facilitadora del sistema Isha.
“Voy a graduarme como facilitadora del sistema Isha. Llegaré a Chile a implementar el Programa de Meditación Educativa que enseña a los niños a amarse a sí mismos, reconocer sus emociones y aprender a sentirlas y expresarlas sanamente. Los niños del Sename y de la Junji son mi prioridad. Espero que las autoridades me abran las puertas”, amanifestó.
