A mediados de junio, en un episodio de La Divina Comida, Belén Soto impactó a todos con un crudo testimonio de una relación abusiva que vivió a los 15 años con hombre mayor, quien le doblaba la edad.
La joven indicó que por este motivo sufrió una dura depresión y ansiedad, llegando a subir 15 kilos, episodios personales que relata en su primero libro, titulado No te lo mereces.
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“Me hacía mandarle fotos cuando llegaba a la casa, de cómo salía vestida. Cada vez que peleábamos él terminaba teniendo la razón (…) Me decía ‘te cagué porque te amo’. Tú como niña empiezas a creer ‘lo amo, no lo puedo dejar’. Y ahí él empieza hacer lo que quiere con tu vida”, expresó en La Divina Comida.
En una reciente entrevista con la revista Paula, Soto reveló más detalles de este duro momento de su vida, indicando que escribir el libro fue como una terapia de sanación.
“Fue mi manera de salir de la depresión; cuando empecé jamás fue con la idea de que se iba a convertir en un libro, sino que fue mi forma de darme cuenta de las cosas que me estaban haciendo mal y me angustiaban. Me ayudó a ordenar mi cabeza y a preguntarme ‘¿cómo fui tan tonta?, ¿cómo fui tan estúpida que llegué a vivir esto, a caer en esta manipulación?’. Uno en Instagram puede tratar de dar un mensaje, pero nada va a ser tan honesto ni tan completo como un libro (…) Mi idea no era mostrar la parte bonita, yo quería decir que perdí la virginidad en un motel a los 15 años, entre medio de calles que no conocía, con un weón que no fue capaz de hacerme cariño. Esa fue mi crianza de amor, mi primer amor, y me acostumbré a que las relaciones fueran así”, señaló la actriz.
En este sentido, Soto señaló que antes de conocer al abusador nunca había sido una adolescente insegura y jamás había tenido una pareja.
“Él simplemente se aprovechó de una niña que nunca había vivido el amor. Nunca había tenido un pololo, y no creo que pueda llamar a esta persona un pololo, porque nunca se comportó como tal. Yo era tímida, nunca había andado de la mano con nadie, entonces llegó este hombre mayor y se empezó a preocupar por mí, me hizo cariños, me sorprendía con detalles y me mandaba mensajes. Empezamos a tener esta relación prohibida, como de teleserie, y era súper entretenido. Yo no era una niña insegura, pero él me llevó a la inseguridad. Hay una diferencia en cómo me miraba en el espejo antes de conocerlo y después que terminó la relación. Quedé con 18 años perdida en la vida, porque cuando terminamos fue como perder un dios. Todo lo que él decía y hacía era lo correcto, porque me explicaba que venía de vuelta. Entonces si tenía que guardar a sus expololas en el celular con el nombre ‘Amor’, era porque así tenía que ser”, explicó.
Belén reveló que jamás quiso contarle nada a su madre, Carolina Infante, porque sabía que estaba haciendo algo “prohibido” y también porque el hombre no la dejaba contarle a nadie sobre su relación.
“Mi gran miedo era que supiera alguien porque él se podía enojar y podía terminar conmigo. Igual, cuando llevaba tres meses saliendo con él le dije a mi mamá que me atraía alguien del trabajo, y antes que pudiera seguir contándole me paró en seco y me dijo: ‘Donde se come, no se caga’. Entonces no le dije nada más porque, imagínate, qué mamá va a aceptar que su hija de 15 salga con un hombre de 30. Y en paralelo, él me mandaba mails con noticias de profesores que se habían ido presos por salir con sus alumnas, entonces me metía miedo diciéndome que si le contaba a alguien él se podía ir a la cárcel”, narró la joven, agregando que se convirtió en “la mejor mentirosa” para que a su pareja no le pasara nada, siempre con la ilusión de que cuando cumpliera 18 años la iba a presentar a sus familiares y conocidos.
La situación fue de mal en peor. De hecho, su relación secreta también afectó su trabajo como actriz, pues rechazó un papel en la teleserie La Chúcara de TVN porque a su “pololo” no le gustaba.
“Me ofrecieron un personaje súper sexy, que usaba escote y que se tenía que besuquear con un actor. Eso a él le pareció último, me decía que era una flaite si hacía el personaje, y me metió en la cabeza que yo iba a quedar mal parada si lo hacía. Además, me decía que a él le iba a dar mucha pena si yo tomaba el papel, y eso me influyó tanto que el día antes de empezar a grabar fui con mi mamá al canal a deshacer el contrato. A ella le inventé que no me atrevía a hacer el personaje, pero la verdad es que yo hubiera hecho cualquier cosa que él me pidiera, porque no quería perderlo. El día de hoy él no es una persona que pueda afectar el que yo tenga pega o no, pero trabaja en el medio, y aunque no estamos en el mismo canal nos podemos encontrar. De hecho, me lo he encontrado y nunca me saluda”, afirmó.
Tras dos años y medio en esta tormentosa relación, Soto tuvo el valor de ponerle fin a esta. No obstante, él continuó escribiéndole por alrededor de un año mensajes amenazantes, por ejemplo, que no podía ver a otros hombres, causándole un potente cuadro de depresión y ansiedad.
“Cada día me quería menos. Me empecé a comprar ropa grande que tapara mi cuerpo y me teñí el pelo negro para sentirme como otra persona, me empecé a disfrazar. Ahí dije que no más, pero él seguía insistiendo. Un día me llamó la mujer que está con él hasta el día de hoy y me pidió que dejara de molestar a su pareja. Me di cuenta de que me estaba dejando como una pendeja acosadora, así que agarré los pantallazos de los mensajes que me mandaba y se los reenvié. Ahí terminó todo”, detalló.
Por último, Belén indicó que le costó mucho rehacer su vida amorosa con otro hombre debido a todas las inseguridades que le dejó su antigua relación. Sin embargo, confesó que su actual pololo, el modelo Branko Bacovich, la ha ayudado en este proceso. “Me siento amada, donde la otra persona se preocupa por mí”, aseveró.