Transcurría julio de 2017, y Mega estrenaba su teleserie Verdades Ocultas, la sucesora de Amanda. Aquel día la historia protagonizada por Camila Hirane y Carmen Zabala, se convirtió en la más vista desde que se crearon las producciones chilenas en el horario diurno.
Precisamente a dos años de su estreno, la teleserie dirigida por Felipe Arratia, hoy presenta un argumento muy distinto al que conocimos en su primer capítulo ¿Recuerdas cómo comenzó la historia?
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Las primeras escenas de Verdades Ocultas, nos situaban en 1997, en un campamento de la capital. Un hombre desconocido llegaba a la casa de Laura (Marcela Medel), donde sus hijas Rosita y Rocío se encontraban solas.
“Hola, tú debes ser Rosita, ¿sabes? En el auto tengo algo para ti ¿Vamos?”, le señaló el hombre a la menor de las hermanas, llevándosela a la fuerza en su vehículo.
“¡Rocío!”, decía la niña desesperada. “¡Rosita, te juro que te voy a encontrar!”, gritaba su hermana desesperada, al ver cómo el auto se alejaba.
Posteriormente se muestra a Rosita en su nuevo hogar, ubicado en un acomodado barrio de la ciudad. “A partir de hoy, esta será tu casa, y te voy a dar todo lo que siempre soñaste”, le expresó Rodolfo Mackenna (Osvaldo Silva), presentándose como su padre y a María Luisa (Viviana Rodríguez) como su madre.
“Desde ahora en adelante tú no tienes hermana. Nosotros somos tu familia (…) Ahora eres una Mackenna, Agustina Mackenna”, le señaló Lulú muy imponente a la menor.
20 años después…
Desde ese momento, la pequeña inició una nueva vida llena de lujos y excentricidades. Al transcurrir 2 décadas de aquel trágico episodio, Agustina (Carmen Zabala) se prepara para celebrar su cumpleaños. Para esta ocasión especial, su padre le regaló un restaurante ubicado en un sector de la capital, que sin imaginarlo, la reencontrará con su pasado.
“¡Serás la dueña y la administradora! Bienvenida al negocio familiar”, le anunció Rodolfo a su hija, a lo que ella se mostró muy entusiasmada con la idea.
El mencionado restaurante, estaba ubicado precisamente al lado del pasaje Nueva Esperanza, donde ahora residía su madre biológica y su hermana.
Allí se muestra la vida que lleva Rocío, la hermana mayor de Agustina, y los vecinos del sector residencial, dentro de los que se encontraban Franco (Ricardo Vergara), Roxana (Rocío Toscano) y la señora Maruja (Norma Ortíz), entre otros.
El conflicto inició con los residentes, quienes se oponían a que este local se abriera por los ruidos molestos. Ofuscada por la situación, Rocío, la presidenta de la junta de vecinos, pidió hablar con el administrador. Fue en ese instante en el que se originó el primer contacto entre ella y Tomás (Matías Oviedo).
Laura (Marcela Medel), por su parte, al darse cuenta que su hija Agustina era la dueña del restaurante, decide luchar por recuperarla y enmendar de una vez por todas el grave error que cometió hace veinte años. Sin embargo, Rodolfo se opone a esto.
De ahí en adelante, todo se complica cuando las dos hermanas, Rocío y Agustina, sin conocer el parentesco que las une, se enfrenten al enamorarse del mismo hombre.