El actor Benjamín Vicuña recibió una sorpresa que le llenó el corazón, pues tenía relación con su hija Blanca, quien falleció en septiembre de 2012 a los 6 años.
En entrevista con un programa radial argentino, Basta, de Metro 95.1, el chileno se refirió a la pérdida de la pequeña, fruto de su relación con Carolina Ardohain, y de un especial mensaje que recibió, según informó La Nación.
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“Algo que duele mucho es que las fotos de Blanquita se acaban, son siempre las mismas, y hace poco me llegó un regalo maravilloso que valoro mucho”, dijo Vicuña, agregando que el martes “me escribió una chica, Lucía, de Santa Fe y me dice: ‘vos no me recordás, pero en 2012 me hice amiga de tu hija y tengo muchas fotos y videos. Mandame un mail así te las paso'”.
Este mensaje, que recibió por Instagram, lo calificó como un tesoro que se le apareció y que no tiene cómo agradecerle a esta pequeña.
Por otra parte, también se refirió a cómo sus hijos con Pampita han tomado la partida de su hermana. “Bautista (11) es a quien más le impactó esto, porque estaba todos los días, todo el tiempo con ella. Creo que Bauti vino a nuestras vidas para enseñarnos a todos cómo superar esto. La naturaleza es tan sabia, y mi hijo lo hizo con tanto amor y tan lúcido que es sorprendente”, declaró.
A lo anterior agregó que tanto Bautista, Beltrán y Benicio nombran generalmente a Blanca y lo hacen con mucho amor.
“Cuando eres niño nunca piensas que te puedes morir, por eso siento que es muy difícil, pero los veo tratarlo como un tema orgánico y natural”, aseguró el actor.
Cabe recordar que en mayo pasado, mes en que nació Blanca, Benjamín realizó una profunda dedicatoria donde justamente habló sobre ‘las fotos que se acaban’. En la oportunidad escribió:
“Hoy cumple años la ilusión de tu llegada. Llegaste un 15 de mayo, el mismo día que nació mi madre, un gesto noble o una casualidad pero en ese gesto uniste mis grandes amores. Las fotos se acaban, los recuerdos jamás. Toco toco fue de las primeras cosas que aprendiste a decir, querías decir caballos, obvio el sonido de sus pasos. Toco toco, tus palabras que resuenan en el tiempo y los caballos que nos miran en silencio, esa mirada que guarda un secreto. Nuestra guardia imperial que puede con todo, incluso con la muerte. Toco toco, sigo tus pasos, galopando por tus arcoíris, mientras vas cambiando mariposas por estrellas. Y yo aquí, soy quien soy, gracias a tu llegada y tu partida”.