Fue durante los años 80 cuando el formato de programas matinales comenzaba a visualizarse en los canales de la televisión chilena, gracias al espacio Telonce al despertar, que era emitido por la señal Teleonce, actualmente Chilevisión.
A 40 años desde su inicio este tipo de programas televisivos sigue más vigente que nunca, no por nada los canales les dedican actualmente entre cuatro a cinco horas de su transmisión total, donde tocan temas desde farándula hasta actualidad.
La mañana del trece, Mañaneros, La mañana de Chilevisión, Muy buenos días, Viva la mañana, Pollo en conserva y Juntos, el show de la mañana, son solo algunos de los matinales que han tenido las señales televisivas, siendo uno de sus bloques más potentes.
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No por nada estos espacios fueron y están conducidos por fuertes rostros televisivos como: Martín Cárcamo, Julio César Rodríguez, Karen Doggenweiler, Tonka Tomicic, Carola de Moras, Eduardo de la Iglesia, Diana Bolocco y Luis Jara, quienes gozan de un gran cariño del público.
Y este formato, que es de compañía y de información, ha ido mutando a través del tiempo. Solo debemos recordar que antiguamente en los matinales veíamos más de una hora dedicada a concursos de algunas marcas, momentos de entretención, bailes, juegos y farándula, lo que ha quedado atrás luego del estallido social, y ahora con la pandemia.
En ese contexto, desde Página 7 decidimos consultar sobre estos cambios al icónico conductor del Buenos días a todos, Jorge Hevia, quien estuvo 15 años a la cabeza del espacio.
“Cuando yo estuve participábamos mucho en situaciones de actualidad como terremotos e inundaciones. Y cuando ocurría se reflejaba un fenómeno muy parecido al de ahora. Por ejemplo cuando hubo una inundación en la quebrada de Macul nosotros llegamos a marcar 29 puntos de sintonía, y era porque todo el mundo nos veía”, sostuvo.
En la misma línea, Hevia aseguró que actualmente la televisión en general tiene una competencia muy fuerte que son las redes sociales, pero en medio de la pandemia ha quedado demostrado que “la televisión abierta no está muerta. Y en especial los matinales tenían que adaptarse a la situación que estamos viviendo, y esa es una tarea para los productores, el equipo y los animadores”, dijo.
Y su opinión coincide con el animador del actual matinal de TVN, Ignacio Gutiérrez. “La evolución que han tenido son programas mucho más libres, donde la gente expresa más su enojo, su incertidumbre y sus ideas. Los cambios han ido evolucionando bien, si en un minuto incluían farándula, más allá si a uno le gustaba o no, yo por las vueltas de la vida creía que los matinales debían estar dirigidos hacia otra cosa”, indicó.
La política en el matinal
Por otro lado, el conductor del exmatinal Hola Chile, Eduardo de la Iglesia se refirió al tipo de invitados que hoy asisten a los programas, siendo en su mayoría, políticos o especialistas.
“Yo creo que durante un largo tiempo vamos a ver este tipo de formato con políticos todos los días, en todos los canales, y eso le hace bien a la audiencia. Por muy poco populares que sean los políticos, son ellos quienes son la voz autorizada, a quienes puedes interpelar”, dijo.
Al mismo tiempo, el conductor del ahora ‘tardinal’ de La Red hizo énfasis en que “ver antes a gente del ámbito político era imposible en un matinal. Eran espacios confinados a la entretención, a la cocina, a la moda, y hoy día los políticos van a los matinales y dan la cara”, aseveró.
Y es que tanto el estallido social como la pandemia fueron clave para este giro casi obligatorio que debió dar el formato, ya que según la editora general de Bienvenidos, Carla Tafall, todo pasa por las necesidades del público.
“El país ha cambiado y los matinales también. Es cierto que nuestros debates están protagonizados por políticos y eso es porque ellos, como autoridades, tienen que dar la cara y responderles a los chilenos. Además, hablan de temas cercanos que nos afectan en el día a día: la salud, el bolsillo, la educación, empleo y para qué decir ahora con la pandemia. Tenemos conversaciones muy potentes en la mañana y el público las recibe bien porque se discuten los temas que importan”, sostuvo a Página 7.
Gutiérrez por otro lado sostuvo que este cambio era necesario, sobre todo que los matinales estuvieran dedicados al servicio. “A mí me gusta, me acomoda y me dan ganas de hacer esto en televisión. Además, este formato te permite lograr nuevos desafíos (…) Por ejemplo con el tema del estallido social y ahora con la pandemia, que no sabemos cuando va a terminar”, señaló.
Fortalezas y falencias del formato
En este punto Carla Tafall es enfática en sostener que todo depende del público, siendo ellos los principales críticos. “La mañana tiene un tremendo potencial, permite ser un puente y conectarte con la información y la verdadera la realidad de los chilenos. ¿Errores y falencias? Las propias de 25 horas de programa en vivo al aire a la semana, pero intentamos que sean las menos, corregir rápido y con humildad aprender de lo que hicimos mal”, explicó.
Asimismo, Eduardo coincide con Tafall, aseverando que para ellos siempre predomina la opinión de los televidentes. “Nuestra mayor fortaleza es estar conectados con la realidad. Nosotros andamos en transporte público, tenemos consciencia de lo que pasa y eso te genera una cierta credibilidad al contar que fuimos a pedir un crédito en el banco y te digan que no, sabemos lo que es perder la casa por deudas y sabemos lo que es vivir apretados”, dijo.
Ignacio por otro lado sostiene que tener un equipo bastante variado ayuda a lograr una mejor cobertura, sobre todo en estos tiempos. “En la mayoría son fortalezas que tenemos por la cohesión de un equipo muy capaz y creativo que nos permite tocar distintas áreas de la pandemia, sin ningún tipo de restricciones. Quizás lo más complicado fueron los primeros días después de todo lo que pasó porque no sabíamos quiénes iban a estar al aire”, comentó.
Finalmente el animador sostuvo que este formato “llegó para quedarse un buen rato, porque lo único que nos puede calmar hoy es la información”, un punto en el coincide la editora de Bienvenidos.
“No hay duda de que el país cambió, seguirá haciéndolo y los matinales no podemos estar ajenos al nuevo Chile. Siempre hemos sido parte de la casa de miles de chilenos… ahora nuestro traje es diferente. Es un momento duro, de mucha preocupación, de dolor en el caso de las personas que han perdido a un ser querido y también de muchos temores a perder el empleo y no tener qué comer. El desafío es diario”, cerró.