En las últimas décadas el cine de temática LGBTTTIQ+ se ha desarrollado con mayor auge que en toda la historia de la industria cinematográfica. Algo sumamente relevante si pensamos que la visibilidad en este tipo de escenarios es vital para derribar estereotipos y prejuicios dañinos.
En este contexto, los homosexuales han pasado de ser retratados meramente como prostitutos, asesinos seriales, abusadores de menores o incluso perturbados mentales, a personajes con características más realistas y en escenarios comunes y corrientes.
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A principios de los años 90, en Estados Unidos surgió el movimiento denominado ‘new queer cinema’, con cintas que se atrevieron a desafiar a aquellas que mostraban una imagen poco real de la homosexualidad y apostaron por narrativas más sensibles. Algunos de esos ejemplos son El banquete de boda (1993) de Ang Lee o la aclamada Philadelphia (1993) de Jonathan Demme.
Una década más tarde, el año 2005, el propio Ang Lee llevó al cine una de las películas con mayor repercusión en la comunidad gay: Secreto en la montaña (2005). Más allá de los gustos personales, esta cinta consiguió llegar a un público transversal al presentar a dos hombres homosexuales y de aspecto masculino, y que estuvieron unidos por décadas debido al amor que sentían el uno por el otro pero que no pudieron expresar ni vivir libremente debido al miedo y el rechazo social. La cinta es protagonizada por el fallecido Heath Ledger y Jake Gyllenhaal.
Ese filme se llevó tres premios Óscar de las ocho nominaciones que recibió aquel año. Una década más tarde, un éxito similar logró la película Luz de luna (Moonlight), pues también fue nominada a ocho premios de La Academia, llevándose tres estatuillas, incluida ‘mejor película’.
Llámame por tu nombre (2017), es otra producción dramática y de romance que logró llegar a las grandes salas de cine gracias a la nominación en cuatro categorías Óscar, incluyendo mejor película. Finalmente ganó solo ‘mejor guion adaptado’.
Pero ¿qué pasa con las otras cintas que pueden ser premiadas en festivales pero que no llegan al cine, menos a las salas chilenas?
Sobre este aspecto, en Página 7 hicimos una pequeña selección de 8 películas que vale la pena ver y que no lograron atravesar las fronteras de las grandes salas de cine.
1.- Weekend (2011)
Sólo basta un fin de semana para enamorarse. Probablemente muchos han vivido esa sensación de no querer despegarse de una persona que conocieron, quizá en circunstancias poco románticas, pero que les mueve el piso.
Algo así es lo que intenta mostrar Weekend, cinta británica dirigida por Andrew Haigh, y que muestra a dos hombres que, luego de conocerse en un bar gay, se van a una de las casas, tienen relaciones sexuales y entablan una dinámica en la que hablan de distintos temas durante un fin de semana, antes de que uno de ellos deba tomar un tren para marcharse al extranjero.
2.- El extraño del lago (2013)
Cinta francesa dirigida por Alain Guiraudie, exhibida en el Festival de Cannes ese mismo año y con muy buena crítica. Guiraudie ganó como mejor director en el mismo certamen y la película obtuvo la Queer Palm, galardón otorgado a cintas de temática LGBTI+.
En un lago nudista Frank conoce a Henri, quien fue abandonado por su esposa, y forman una especie de amistad que sólo tiene lugar en cada visita al lago. Paralelamente, Frank se enamora de Michel, un guapo bañista con el que da rienda suelta a su pasión en medio de un bosque cercano al balneario. Un perfecto thriller erótico que también hace cuestionar hasta dónde se puede llegar por el deseo sexual.
3.- No sin ella (2015)
Cinta con un elenco de renombre como Juliane Moore, Ellen Paige y Steve Carrel. Narra la historia de Laurel, una policía de Nueva Jersey a quien le diagnostican un cáncer terminal. Tras recibir la noticia, busca dejar su pensión y herencia a su novia de años, Stacie, sin embargo, serán varios los que conspirarán para evitarlo.
En medio de esta lucha legal, se van mostrando aspectos de su relación como cuando se conocieron, su vida en pareja y la batalla más importante que dieron en su vida, la de la igualdad.
4.- Theo y Hugo, París 5:59 (2016)
Sexo, VIH y ¿amor?. Considerada una de las mejores películas queer de ese año, este drama francés nos presenta a dos jóvenes quienes luego de conocerse y tener relaciones en un club de sexo, se disponen a pasear por las calles de París, hasta que uno de ellos confiesa que no usó preservativo al intimar.
La película puede parecer un poco ‘fuerte’ debido a que los primeros 20 minutos transcurren en la semi oscuridad de un club gay en el que somos testigos de escenas de sexo entre varios hombres. Sin embargo, la crudeza con la que se muestra la sexualidad, también está presente en el romanticismo, en esos primeros minutos en que nos sentimos atraídos por alguien y surgen las risas cómplices y las confesiones precipitadas.
5.- Tierra de Dios (2017)
Cinta británica del director Francis Lee, quien ganó a la ‘mejor dirección’ en el Festival Sundance del año pasado, en la categoría ‘World cinema’.
La película podría remitirnos de inmediato a Secreto en la montaña, sin embargo, la historia está protagonizada por dos jóvenes que se atreven a explorar mucho más en su interior que los recordados Jack y Ennis.
La trama presenta a un joven productor de ovejas en Yorkshire, quien debe asumir el cuidado de la granja debido a su padre enfermo, y cuya vida se remece con la llegada de un trabajador rumano, quien le enseñará bastante más que a desarrollar un buen trabajo.
6.- Girl (2018)
Una cinta que debería ser alabada por todos los que la ven. En Cannes arrasó con cuatro premios, incluyendo la Cámara de Oro al ser la ópera prima del joven realizador belga Lukas Dhont; la Queer Palm y también un galardón al bailarín Victor Polster, como mejor actor. También fue su debut en la pantalla.
Girl cuenta la historia de una adolescente de 15 años, que nació en el cuerpo de un niño, y que hará hasta lo imposible por cumplir su gran sueño de convertirse en bailarina. Un viaje donde los sacrificios, exigencias y tensión están siempre presentes. Convicción y humanidad es una de las grandes lecciones que se pueden aprender.
7.- Duck butter (2018)
El popular director latino Miguel Arteta, presenta una comedia experimental estadounidense grabada en 27 horas continuas, cuya historia de amor cautivaría a cualquiera.
Dos mujeres jóvenes, insatisfechas con sus vidas amorosas y las citas que han tenido, deciden llevar a cabo un pacto para ‘conectar’ entre sí mismas y que consta en pasar 24 horas juntas. Una cinta que nos ayuda a reflexionar sobre las relaciones idealizadas y aquellas que simplemente no funcionan.
¿Un plus? Está en Netflix.
8.- Los Fuertes (2019)
Esta cinta chilena sí llegó a los cines nacionales pero alcanzó a estar muy poco tiempo debido a la pandemia por el coronavirus. Por lo que ahora solo puede verse online en la página oficial de la cinta.
La producción, ópera prima del director chileno Omar Zúñiga, cuenta la historia de dos hombres jóvenes al sur de Chile (Valdivia). Uno de ellos es Lucas, arquitecto que viaja a visitar a su hermana, y quien conoce allí a Antonio, un contramaestre de un barco pesquero.
A medida que se van conociendo surge un romance que va tomando cada vez más fuerza y que los obliga a plantearse en escenarios como el paso a la adultez.