Desde que comenzaron las cuarentenas para prevenir más contagios por COVID-19, nadie pensó que significaría no poder ver a nuestros seres queridos por mucho tiempo. Si bien las videollamadas han ayudado y con algunas zonas desconfinadas se han podido hacer visitas, hay personas que todavía no han podido estar con sus familias.

Una de ellas es la modelo y esposa de Hotuiti Teao, Francisca Ayala, quien vive en Isla de Pascua desde 2017 y hace más de siete meses no ha podido abrazar a su hijo mayor, Sebastián Teao, quien está en Santiago.

Es muy doloroso. Creo que este es uno de los desafíos más terribles que me ha tocado vivir. Siento que me falta algo todo los días“, confesó la comunicadora a La Cuarta.

Un momento difícil para la familia, pues “nosotros nos veíamos seguido, no pasaba más de un mes. Además, somos súper unidos. Tanto así, que el Seba dormía conmigo hasta los 15 años (ríe). Puede tener 22 años, pero es mi guagua”.


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Van 7 meses y 18 días sin abrazarnos @seba_teao ….. Te extraño inmensamente !!!…. f #amor #love #hijos #mom #mividaentera #teamo

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Y agregó: “La videollamada puede ayudar un poco, pero no es lo mismo. Mi hijo menor hasta llora cuando habla con él, porque lo extraña. A veces me dan hasta pataletas porque digo ‘me da lo mismo contagiarme, pero quiero verlo‘. Por eso necesito que se abran las fronteras”.

Si bien reveló que podría llegar un “vuelo en diciembre” a la isla, es “complicado” que Sebastián pueda viajar, porque “tampoco se sabe cuándo habrá retorno, no podemos arriesgarnos“, dijo.

Reinventarse en pandemia

Además de no poder ver a su hijo, la pandemia también afectó el trabajo de Ayala y Hotuiti. Es que como no hay turismo, tuvieron que cerrar su hotel boutique y “reinventarse” con un nuevo proyecto.

“No reinventamos con Hotuiti con una tienda, que se llama Fortaleza, que vende productos italianos y de exportación. Además, abriré una tienda de moda con diseños italianos y de Estados Unidos, para que la gente se pueda vestir a la moda”, contó Francisca Ayala.