Cuando Verdades Ocultas está por llegar a su fin, dos de sus protagonistas se han referido a lo difícil que fue seguir compartiendo escenas luego de terminar su relación amorosa. Hablamos de Camila Hirane y Matías Oviedo, quienes dan vida a Martina y Cristóbal.
La actriz habló hace un tiempo en el podcast ‘Con la ayuda de mis amikas’, donde reconoció que fue muy difícil seguir grabando escenas románticas con quien fue su pareja por varios años fuera de la ficción.
“Al principio creí que me la iba a poder y con el tiempo se hace más pesado. Emocionalmente es agotador, porque no te separaras físicamente: estás ahí, con su olor, dándole besos…”, recordó Hirane.
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Ahora, en conversación con Julio César Rodríguez para el programa Síganme los buenos, Oviedo respondió los dichos de su colega.
“Lo que pasa es que uno se separa y después el trabajo te une… Fue un proceso. Tratábamos de llevarlo bien, porque éramos pareja en la teleserie“, indicó en un adelanto al que tuvo acceso el sitio TiempoX.
Por otro lado, reconoció que Camila Hirane tenía mucha exigencia en la teleserie y eso complicaba todo.
“Ella se llevaba mucho el peso de las grabaciones. Se le juntó todo y tuvo un relax. Le mandaron a coma al personaje”, recordó respecto al peso que ha tenido por dar vida a Rocío y luego a Martina, siendo siempre el rol principal.
Matías Oviedo habló de las grabaciones con Camila Hirane tras quiebre
“Traté de mantener la cordura, porque si los dos hubiésemos perdido la cordura… tampoco es que perdió la cordura y llegaba pateando las mesas, no es así, pero es emocionalmente, algo más interno”, añadió el actor y músico, detallando que el quiebre fue en los mejores términos.
Lo anterior porque la decisión de separarse fue de mutuo acuerdo. “Yo traté de mantener el profesionalismo… Tratas de separar las aguas, porque si no, no te puedes separar nunca”, explicó.
Según confesó Matías Oviedo, “no es como que uno dejó al otro. Lo intentamos, no anduvo y no fue fácil tomar la decisión, porque justamente estábamos todos los días juntos”.
Finalmente, reconoció que efectivamente vivieron un largo período en que terminaban y volvían, pues compartir tanto tiempo en el set no les permitía tomar distancia.
“Llegó un punto en que dijimos ‘no estiremos el chicle, cada uno merece vivir una vida’, y así fue. Me volví a emparejar, tuve una guagua, fui papá y cada uno con su vida”, concluyó.