Este jueves, en Hoy se habla, tocaron el tema de la pérdida de un hijo en periodo perinatal, que va desde los últimos meses del embarazo hasta los primeros días de nacido.

El panel tuvo de invitada a Blanca Prat, directora ejecutiva de Fundación Amparos, cuya misión es el acompañamiento a la familia que sufre esta pérdida.

Además, también estuvo presente el periodista Nicolás Gutiérrez, quien vivió en 2018 la muerte de su hijo Vicente, cuando tenía tres días de vida.

“Me interesa mucho tocar este tema. Tengo medio borrosos algunos momentos de esa etapa, no sé bien cómo llegué a la fundación, creo que mi mujer tuvo el nexo. De partida llegó esa caja a la casa”, contó el comunicador.

La caja que entrega Fundación Amparos a las familias tras la pérdida de un hijo, contiene elementos simbólicos para poder despedirlo.

Entre ellos hay un libro con un colibrí en la tapa, un portarretrato, una vela, una manta y dos pajaritos hechos a crochet, uno de los cuales se entierra con el bebé y el otro queda con la familia.

“Llegué a un encuentro de la fundación, porque uno queda a la deriva y es muy importante encontrarse con gente que ha vivido lo mismo, conversar y saber que uno no está solo, sentirse contenido y poder hablar, llorar, expresarse”, afirmó Gutiérrez.

“Mi hijo que murió es parte de mi familia”

Agregó que “todos los acompañamientos son importantes, los amigos, la familia, pero estar con gente que ha vivido lo mismo que tú, es distinto”.

Sobre el duro momento que vivió junto a su familia, manifestó que tuvo la oportunidad de tener a su hijo en brazos, y quien los salvó fue su hija, que en ese tiempo tenía tres años y medio.

El periodista, con lágrimas en los ojos, también refirió que “fue difícil, pero con el tiempo se va normalizando, y hoy tengo otro hijo. Vicente, mi hijo que murió es parte de mi familia y mis hijos saben que tienen otro hermano. Cuesta, pero se logra”.

Finalmente, expresó que “cuando murió mi hijo, fue increíble la cantidad de gente que me escribió por redes sociales, mandándome mensajes de cariño y buena onda y otros contándome sus experiencias y empatizando. Uno necesita sentirse reflejado en otro, que no está solo viviendo esto”.