Un romántico e improvisado gesto tuvo Simón Oliveros este miércoles en el Mucho Gusto: llamó en vivo a su esposa, Natalia Saavedra, desde un teléfono público para dedicarle un tierno mensaje.
El periodista del matinal se trasladó hasta el terminal de buses, donde se topó con el aparato: “Los niños no lo conocen. ¿Tienes una gamba? Llamaré a mi señora”, dijo el comunicador.
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Tras esto, introdujo la moneda en el teléfono, pero al principio le costó entablar comunicación… pero lo logró.
“Mi amor, pon la tele, pon el nueve, estoy en el Mega. Tengo 36 segundos para decirte que te amo mucho, que eres la mujer de mi vida, que eres una tremenda profesional”, comenzó diciéndole Oliveros a su pareja.
“Este año 2022 fuiste mamá, te postergaste profesionalmente y ahora estás brillando”, agregó el periodista, sacando suspiros en el estudio, especialmente de Karen Doggenweiler.
“Eres lo máximo, sin ti no seríamos nada. Eres mi soporte emocional, la mejor persona que ha estado en mi vida y 18 años juntos han sido prácticamente como un minuto debajo del agua”, agregó a sus palabras.
Tras esto, Simón Oliveros afirmó que la comunicación se había cortado. “En 36 segundos dije todo lo que tenía que decir”, afirmó.
En el set del Mucho Gusto, sacó aplausos y Doggenweiler alabó el gesto: “Dijo algo precioso, que le llega a cada mujer que está escuchando”, manifestó la animadora del franjeado de Mega.
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Natalia Saavedra apoyó a Simón Oliveros tras salida de Meganoticias
Recordemos que este viernes, será el último día en pantalla de Simón Oliveros en Meganoticias Amanece, el cual quedará en manos de Gonzalo Ramírez y Natasha Kennard.
Debido a lo anterior, es que su pareja le dedicó un mensaje en sus redes sociales: “Lamentablemente, dejas el ciclo que tanto te gustaba“, comenzó escribiendo.
Luego agregó: “Objetivamente, eres empático, la calle es tuya, sabes de lo que hablas y la gente te quiere. Lo más importante es esa ternura con que cada persona te habla en la calle”.
“Te mereces más y va a llegar, porque al final todo se equilibra”, cerró Saavedra.