Preocupación provocó un extraño y confuso incidente que protagonizó Britney Spears en un restorán.

El hecho ocurrió el pasado viernes en un local de Los Ángeles, donde fue vista la cantante junto a su marido, Sam Asghari.

Según detalló el portal TMZ, la ‘Princesa del Pop’ comenzó a molestarse porque los otros clientes del restorán, empezaron a tomarle fotografías.

“El tenso momento provocó que Spears comenzara a enojarse y a hablar sin sentido. La artista de 45 años tuvo una actitud ‘maníaca’, gritando y hablando galimatías”, decía el medio estadounidense.

“Es decir, un lenguaje difícil de comprender por la impropiedad de las frases o por la confusión de las ideas”, señaló la nota.

Ante la molestia que provocó el momento, Asghari abandonó el lugar, dejando a su esposa sola en el restorán.

Minutos después, Spears también se fue del lugar. Al final, uno de los guardaespaldas terminó pagando la cuenta.