En el nuevo capítulo de La Divina Comida, Connie Achurra abrió las puertas de su casa, donde sorprendió con varias pinturas hechas por ella y una gran colección de servilletas de papel.
La cocinera fue la última anfitriona encargada de recibir a los otros tres invitados: Ignacio Achurra, Mayte Rodríguez y María Jesús Sothers.
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“Nos cambiamos exactamente hace un año, mi refugio, mi casita, mi proyecto de vida“, contó al entrar a su hogar.
En el living había varias plantas que llamaron la atención, además de pinturas decorando las paredes: “Casi todos los cuadros son míos. He pintado toda mi vida”.
Otra cosa que destacó fue un piano negro: “Este era de mi abuelita, la Yayi. Diría que de todas las cosas materiales, es, lejos, mi tesoro máximo“.
Luego, mostró su taller, donde pinta y graba sus videos, además, tenía una amplia colección de servilletas de papel con bellos estampados. “Estos no son todos. En la bodega tengo tres cajas más”, aseguró.
Su dormitorio, de color verde agua, tenía otros cuadros de su autoría y una antigua foto en la que aparece junto a sus padres y su hermano. Además, mostró el baño que era de color rosado.
También mostró su rincón favorito, una terraza que estaba conectada a su pieza, con vista a la cordillera y su jardín.
Finalmente, Connie Achurra mostró el último rincón de su casa: su patio, donde tiene un jardín “de bajo consumo hídrico, principalmente con flora nativa”. En el lugar tiene su huerta, llena de verduras que utiliza en su cocina.
