Esta semana, Belén Mora estuvo conversando con Maly Jorquiera en el podcast ‘Hazte Ver’. La actriz y comediante abordó su regreso a los shows de stand up y la terapia psicológica que está atravesando para manejar el estrés postraumático que se acentuó tras su presentación en el Festival de Viña del Mar.

“Estoy en un proceso de reconstrucción. Viviendo una maternidad muy feliz con mi familia, estoy en el momento después de una tormenta muy grande que significó lo de Viña, una exposición mediática muy violenta, mucho hate. Estoy limpiándome de eso, trabajando mucho el autocuidado, la autocompasión, el crecimiento personal”, comenzó diciendo la ex Morandé con Compañía.

Sin embargo, manifestó la certeza de que, con el tiempo, va a estar mejor. Pero, ¿con qué herramientas pudo superar esta crisis?

“Me agarré de mi oficio, mi experiencia y mi trabajo. Me agarré de mi autoestima y saber que lo que pasó no significa el final de nada, sino que es parte de un proceso. Tú eres comediante y sabes que eso que me pasó en Viña -que me pifiaron los últimos minutos de rutina-, ese miedo pasa cada vez que uno se sube al escenario”, le dijo a su colega.

“Los comediantes tenemos una adicción a esa incertidumbre. Creo que me sirvió mucho algo que me dijeron en el primer año de la escuela de Teatro. Las dos primeras cosas que tiene que aprender un actor es a fracasar y esperar. Hay que acostumbrarse al fracaso y no al éxito. El fracaso no es algo negativo, si todos fracasamos en algo todos los días”, explicó.

En esa línea, aseguró que lo de Viña no fue un fracaso: “Lo pasé la raja. Yo no me puedo hacer cargo de la percepción que tenga el resto sobre lo que hice. Yo me subí al escenario y sé que me fue la raja los primeros 40 minutos, pero vende más enfocarse en los otros 6, y eso no es mi problema”.

La terapia necesaria de Belén Mora

Según explicó en el podcast, la rutina que hizo en el Festival de Viña la probó por 3 años y medio en otros escenarios, “entonces estaba segura de lo que estaba presentando. Yo controlé lo que estaba en mis manos, pero no puedo controlar cómo reaccionas a lo que yo hago, y no puedo hacerme cargo de eso”, expresó.

“El comediante es tan bueno como su última rutina, aunque tengas 35 años de carrera y éxito. Yo sé que soy buena comediante. En abril volví a hacer stand up y estoy subiéndome a los escenarios, pero lidiando con las consecuencias de lo que significó Viña”, advirtió.

A través de la terapia psicológica, Belén Mora entendió que tiene estrés postraumático severo, como si hubiera vivido un accidente.

“Esto se traduce en sentirme amenazada, tener miedo. Se me aprieta mucho la guata antes de subir al escenario, dudar de mí misma y cuestionarme todo el día, si lo que hago está bien o mal. Es porque yo le di poder al otro, y ahora lo que hago en terapia es recuperar ese poder”, indicó.

Yo antes decía ‘me importa un pico lo que opine el resto’, y me di cuenta de que sí me importa, pero tengo que controlar cuánto“, añadió.

Belén Mora Belenaza terapia
Captura | YouTube

En esa línea, la actriz reveló que el odio que recibe constantemente en redes sociales no tiene que ver solamente con lo ocurrido en la Quinta Vergara.

La violencia y los ataques no son por Viña. Es desde el 4 de septiembre de 2022, para el plebiscito de salida, cuando yo manifesté mi postura política”, recordó.

“Había no uno, sino unos 30 perfiles que, desde esa fecha, todos los días me escriben algo. Llevan más de 365 días dedicando tiempo para escribirme y tirarme mierda. Es violencia, es acoso“, lamentó.

Por lo mismo, destacó que la decisión de tratarse con una especialista por su estrés “no es porque me pifiaron en Viña, es por muchas más cosas. He recibido ataques a mi familia, a la condición de mi hijo (Síndrome de Down); me dicen que nació así porque yo soy una comunista de mierda”.

Empezar de cero

Así, la terapia psicológica ha ayudado a Belén Mora a mejorar y estabilizar los espacios de su vida personal y laboral, dejando atrás algunos temores que la atormentaron por varias semanas.

“En el lado profesional, ya me pasó lo peor que le puede pasar a un comediante, que es que te pifien en Viña. Ya me pasó, así que nada de lo que me pase ahora va a ser peor que eso. Estoy un paso más adelante que muchos, porque ese terror que tú sientes, yo ya lo viví”, le dijo a Maly Jorquiera.

“Me subo más liviana (a los escenarios) porque no hay nada que perder, pero me ha costado mucho que la gente me vaya a ver, porque estoy partiendo de cero“, agregó.

“Llegó un minuto en que mi productor me decía ‘nos están pidiendo fecha el martes, el jueves, el sábado’ y yo le decía ‘necesito descansar un par de días’, porque una se daba color… Ahora yo le estoy escribiendo a los bares. ‘Hola, ¿me puedes dar un lunes?’, y a veces me dejan el visto“, reconoció.

Sin embargo, decidió restarle importancia a esas cosas, “porque en cualquier momento voy a volver, y, cuando vuelva, no me para nadie”, cerró.