La noche del martes, Jennifer Galvarini recibió una tremenda sorpresa en Gran Hermano, ya que su hermana Paola ingresó a la casa para contenerla y acompañarla por una noche. Allí, la ‘Pincoya’ hizo una emotiva confesión que conmovió a varios de los seguidores del reality.

“¡Pao! Yo no quería ver a nadie, porque ya había llorado caleta“, fue lo primero que le confesó la jugadora a su hermana, entre lágrimas, mientras Bigote se encaramaba feliz a la nueva invitada.

Entonces, le pidió que no ingresaran a la casa todavía, para poder conversar solas junto a la piscina, teniendo más privacidad.

“Hoy han sido muchas emociones. Se fue la chiquitita, la Skarleth… Obviamente, me ganó el cariño. Tú sabes que yo vine a pelear a todos estos cabros de mierda, pero no les quiero decir que los quiero. Prefiero que me vean mala”, reconoció Galvarini.

“Felipe cómo está. No te voy a preguntar nada, solamente quiero saber cómo está mi Pipe”, añadió rápidamente, refiriéndose a su hijo.

“Está lindo, mandó saludos para su mamá. Puras notas lindas y está más grande que yo… Tu marido se ha portado un 7 y es un verdadero papá, me saco el sombrero, de verdad. Te puedes seguir quedando”, le respondió.

reencuentro Pincoya hermana Gran Hermano
Captura | CHV

Las confesiones de Pincoya en el reencuentro con su hermana

Por otro lado, Pincoya le dijo que incluso se había peleado “con el jefe” del reality, refiriéndose a las veces en que Gran Hermano la ha llamado al confesionario para “tirarle las orejas”, o las veces en que ella misma ha reclamado por situaciones que le parecen injustas.

Si me gana el cariño, me cago acá. Todas las veces que se vaya alguien, voy a estar cagada llorando. Prefiero pelear con estos, porque así después me río. Yo peleo no más. Si no, olvídate, me gana el sentimiento”, explicó.

“Lo sé. Se nota en tu carita”, le dijo Paola, haciéndole cariño en el pelo.

Prefiero que digan que soy una vieja de mierda. Hoy fue un día de funeral y lo pasamos como la mierda”, cerró Jennifer, detallando que, si se mostraba menos sensible ante sus compañeros, era más fácil votarlos después en la placa de eliminación.

El lado solidario de Jennifer fuera de Gran Hermano

En medio de la conversación inicial que Pincoya tuvo con su hermana Paola, los seguidores de Gran Hermano repararon en un conmovedor detalle.

Y es que la familiar de Jennifer le indicó que traía ropa nueva para que pudiera lucir en el reality, pues solamente andaba con unas pocas prendas.

“Tú sabes que yo vendí toda mi ropa para darle desayuno a todos estos cabros de mierda que andan en la calle”, le respondió entre risas la mujer, dejando una vez más en evidencia ese rol social y solidario que tiene en su tierra natal, Ancud, en la isla de Chiloé.

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