Sorpresa causó que Jennifer hablara de Juan en Gran Hermano, a quien calificó como su amigo durante toda su estadía en el reality de Chilevisión.

Lo anterior, luego de que le hiciera una especie de protección, afirmando que la persona le había sacado más de una risa, y que este obsequio lo iba a proteger de las malas energías.

“Él sabe que yo hago cosas de sanación. No se confundan gente, las protecciones no son malas, nos ayudan a que la gente se le vaya de vuelta”, explicó.

Ahora bien, la situación generó una serie de dudas en las redes sociales, pues varios se preguntaron quién es el tal Juan, ya que ningún participante que ha pasado por la casa estudio, tiene ese nombre.

En ese contexto, en Página 7 averiguamos respecto al equipo de psicólogos que atiende a los jugadores del encierro, y confirmamos que sí han participado de otras temporadas de Gran Hermano.

De esta forma, todo apunta que el profesional es Juan Rodríguez Mentasti, quien estuvo en la edición del formato en Argentina, en más de una oportunidad.

¿Quién es Juan Rodríguez Mentasti en Gran Hermano?

El psicólogo, sería uno de los dos especialistas que conversan de manera privada, sin micrófonos, y de forma confidencial con los integrantes de la casa estudio.

Se trata del profesional que solo en una oportunidad ha podido hablar con la prensa, específicamente el año 2016 con el diario argentino, La Nación.

Allí, el especialista manifestó que “aunque la modalidad del psicólogo no existe en todos los países, es importante que los chicos tengan esa figura, ese momento en el que no son filmados; si no la fantasía de ser vistos todo el tiempo es enloquecedora”.

“La figura de Gran Hermano es totalmente paternalista y en alguna medida el psicólogo ocupa ese espacio porque los chicos lo toman como un lugar de cuidado”, explicó.

Cabe señalar, que Juan Rodríguez Mentasti es un experto en temas de encierro, considerando que es parte del equipo del formato desde hace más de 8 años.

“Lo que Gran Hermano pone a prueba no es sólo el aislamiento, sino que pone en jaque la identidad, ya que es una escenificación de la tensión entre el adentro y el afuera”, aseguró.