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Entretención

Mariela Sotomayor describió como un “psiquiátrico” Ganar o Servir: “Estás siendo observada...”

Escrito por:   Daniela Ramírez

Mariela Sotomayor describió como un “psiquiatrico” Ganar o Servir: “Estás siendo observada...”

CHV

Mariela Sotomayor fue una de las invitadas al programa de conversación de Chilevisión, Podemos Hablar.

En la instancia, la periodista abordó variados pasajes de su vida, como su paso por el reality Ganar o Servir, el bullying que sufrió en su niñez y el tortuoso matrimonio que mantuvo por 13 años.

De partida, la exchica reality indicó que sus 40 días en el reality fue como estar en “un psiquiátrico, pero no en cualquier lugar, en uno que estás siendo observada todos los días”.

Mariela dijo que su intención jamás fue pelear, y que soportó muchas veces que la pasaran a llevar, pero que finalmente explotó.

“Traté de contenerme, no me dio… saqué toda esa rabia que se siente cuando te están atacando de manera injusta”, agregó.

Asimismo, se dio cuenta en el reality que no siempre se necesitan dos personas para pelear, porque había compañeros que constantemente la hostigaban.

Mariela Sotomayor evidenció episodio de bullying en su infancia

Otro episodio que recordó fue el bullying que recibió cuando pequeña. Contó que de niña era bastante participativa y le gustaba resaltar entre sus compañeras del colegio de monjas.

Al estar en una clase de castellano, una profesora pregunta a la sala si conocen el sinónimo de la palabra “pituca”, lo que provocó que muchas de sus compañeras dijeran “Mariela”.

La profesora, al no entender qué estaba pasando, le dijo a las niñas de la clase que salieran de la sala y que vinieran una a una para que dijeran qué problema tenían con Sotomayor.

“Viví una situación muy fuerte para mi edad. Fue el primer cara a cara de mi vida. Pensaba si estaba bien, por qué pararon las clases”, señaló.

En esa misma línea, confesó que el bullying “duró como dos años y medio y era víctima de las típicas burlas. En vez de ir donde mis papás, me preocupé por ellos y me lo guardé para protegerlos. Caminé durante mucho tiempo con la cabeza agachada”, cerró.