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Marcela Vacarezza reveló verdadera razón del regreso de su hija a Chile: “Me da una pena tremenda”
Marcela Vacarezza ahondó en las razones que tuvo su hija, Florencia Araneda, para abandonar el nido familiar en Miami y volver a Chile.
En conversación con Zona de Estrellas, la comunicadora se mostró triste por la decisión tomada, pero recalcó que la apoyará siempre.
“Yo la entiendo, a mí me da una pena tremenda y me la voy a llorar todo el día domingo (ayer), cuando me vaya, pero a la Florencia yo la entiendo”, partió señalando.
En esa misma línea, explicó las razones que tuvo su hija para volver a Chile. “Ella se fue a los 17 años de Chile, hizo dos años de colegio, hizo dos años de universidad. Pero no le gustó”.
“No lo pasó mal, tiene súper buen grupo de amigos y lo intentó, pero siente que su corazón pertenece a Chile. Siente que su vida está acá, sus amigas de la vida”, agregó.
Marcela Vacarezza y decisión de su hija Florencia
En la misma conversación, Marcela Vacarezza evidenció que siempre intuyó que Florencia quería volver a su país.
“Yo siempre supe que ella quería, porque siempre me decía, ‘mamá, estoy bien acá en Miami, estoy feliz, pero no me veo viviendo acá, no me veo trabajando acá, no me veo encontrando pareja acá’”, sostuvo.
Sin embargo, comentó que todo salió a luz luego de que sus dos hijas estuvieron todo el verano en Chile.
“Pero ya como que explotó cuando se vinieron con la hermana, con Martina, y pasaron acá enero, febrero y marzo. Como las dos estudian online, iban postergando la vuelta. Y yo estuve acá en esa fecha y las dos me agarraron y me dijeron: ‘Siéntate que queremos hablar contigo’”, recordó.
“Las dos querían, se me iban las dos, pero la Martina se arrepintió, porque ella prefiere sacar el cartón de Derecho en Estados Unidos. Pero la Flo lo puede hacer en cualquier lado, porque ella estudia Ingeniería Comercial”, añadió.
Finalmente, la esposa de Rafael Araneda reflexionó en torno a la partida de Florencia, señalando que “para ella es un comienzo de vida, es un comienzo de un proyecto de vida. Y uno lo ve como que cierra etapas. Lo esperaba, pero uno siempre va tratando de que no pase o de que sea una decisión bien pensada. Porque esto no es un juego, son decisiones de vida”.
“Ahora, igual si está muy triste, si no funciona, si echa de menos, si dice que se equivocó, las puertas están abiertas allá”, cerró.