Esteban Paredes y el día que su padre intentó quitarse la vida: "Se iba a tirar al Metro, conmigo"

Esteban Paredes revivió un traumático episodio de su infancia en Podemos Hablar: cuando su padre quiso quitarse la vida junto a él, en el Metro.

De acuerdo a un adelanto del programa de CHV, al cual tuvo acceso Página 7, el ídolo de Colo-Colo rememoró una crisis que tuvo su padre, que casi terminó en tragedia y que se dio por el 'abandono' de su madre.

"Ha pasado mucho tiempo, muchos años desde que pasó esta situación. Hoy veo las cosas diferentes. Hoy en día estoy más maduro y sé que las separaciones son de dos", contó en el programa, que se emitirá la noche de este viernes.

"Lo que siempre me quedó en la cabeza es que se haya ido tanto tiempo y no haberme visto. Y bueno, pasaron siete años, ocho años, y yo no veía a mi madre. Y eso fue durísimo", acotó el actual jugador de Santiago Morning.

Tras esto, contó la cruda experiencia que vivió con su padre: "Me quedo un mes con mi viejo en la casa, que no le quería abrir la puerta a nadie. Solamente salía una vez a la semana a comprar las cosas para poder comer. Tenía una depresión muy grande", relató.

Esteban Paredes y el intento de suicidio de su padre

Asimismo, planteó que su progenitor "tomaba alcohol conmigo en los brazos, llorando. Y bueno, eso me marcó harto, sufrí mucho’’.

"Él me decía que se iba a tirar al Metro, conmigo. Cuando me lo cuenta, o sea, fue algo muy impactante para mí", explicó, indicando que efectivamente se dirigió hasta el tren subterráneo capitalino.

No obstante, manifestó, "justo se le acerca un amigo. Las coincidencias de la vida, del de arriba. Se le acerca y le dice, ¿qué estás haciendo acá? Y lo vio con una cara de perdido. ¿Qué te pasa? Y ahí como que me empezó a contar".

"Él se lo lleva, lo saca del metro. Y ahí, bueno, nos vamos a la casa. Fue heavy esa situación’’, recordó el ariete.

Por último, el exseleccionado nacional también abordó cómo fue el reencuentro con su madre.

"Estaba muy nervioso, mi hermana tenía tres años cuando se fue y no me recordaba, no la recordaba y bueno la vi, la abracé".

"Una niña que no hablaba, no sabía qué es lo que sucedía y bueno, yo la abrazo, me pongo a llorar junto con mi madre. Lo único que me decía era perdóname, pero como que mis oídos no escuchaban eso, solo las quería abrazar y a lo mejor recuperar el tiempo perdido y preguntarle por qué había hecho eso’’.