Soledad Onetto habló del antes y después que marcó su hijo Borja: "No quiero renegar de quién fui"

Soledad Onetto se sinceró respecto al antes y después que marcó su pequeño hijo Borja en su vida.

En conversación con Revista Velvet, la conductora de Tele13, reconoció que "los primeros meses fueron intensos".

"Era todo tan distinto que sentía que vivía una vida prestada; que estaba interpretando un rol en una serie de Netflix. Pero siempre disfrutándolo, adaptándome a esta nueva etapa, creciendo a pasos agigantados", agregó la periodista.

"Si ya sentía que había crecido y en lo psicológico me había desprendido de varias cosas, ahora maduré mucho como mujer”, enfatizó la comunicadora.

Respecto al crecimiento personal que menciona, Onetto indicó que "hace tiempo me siento muy cómoda conmigo, con la mujer que soy. Ya no me cuestiono tanto si las cosas están bien hechas o no; estoy más relajada".

"Hoy tengo tengo cero control; muy entregada. Lo único que intento 'controlar', dentro de lo que se puede, es que Borja esté bien. El resto, ¡es un descontrol total!”, admitió.

Sobre esto, manifestó que "aprendí a disfrutar el proceso, más que los resultados. Ahora, no quiero renegar de quién fui, porque estaba convencida y actué con convicción".

"Viví una etapa como pensaba que había que vivirla. Esta evolución es parte de la madurez, del aprendizaje”, acotó.

Respecto a cómo se ve en la actualidad, la conductora del noticiario central de Canal 13, expresó que "básicamente, hoy soy la mamá de Borja, yo ya estoy en segundo plano".

"Todos preguntan por él; cuando estoy en la calle le desean buenas energías, lo quieren ver, tocar. Estoy muy contenta de ser su mamá. Un rol que me ha sorprendido, fascinado, ilusionado ¡y también aterrado!”, aseveró.

Soledad Onetto y la "mutación" de sus temores con su hijo Borja

Respecto a sus temores como mamá primeriza, Soledad Onetto explicó que "han ido mutando".

"Ya dejé esa etapa terrorífica inicial de que podía ahogarse, y que se vuelve inmanejable, porque lo veo muy chiquitito. Hoy, como todos me anticipan de que pronto caminará, mis temores son que no vaya a meter los dedos al enchufe o que le pase algo", comentó.

Por último, habló de las ventajas y desventajas de ser mamá a los 47 años.

"Por un lado, tienes menos energía. No obstante, siento que la he sacado no sé de dónde, como que he rejuvenecido. Pero, insisto, la gran ventaja ahora es el nivel de madurez en que me encuentro. A los 20, 30 habría sido una mamá insoportable", señaló.

"Siento que la vida me fue preparando para este rol, porque en ningún caso he sentido que perdí algo, que ya no existo o que se murió una Sole y nació otra. ¿Y sabes por qué? Porque siempre he vivido un poco en torno a los demás", sentenció.