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Con gran honestidad, Carla Ballero contó detalles de uno de los periodos más difíciles de su vida: cuando tuvo que alejarse de sus hijos e internarse por tres meses para tratar su problema de adicción a las drogas.
En conversación con La Cuarta, la panelista de Sígueme abrió su corazón para contar lo más íntimo de esta dura experiencia, una que también la ayudó a vivir su vida de forma diferente.
"El año que estuve internada, cuando empezó la pandemia, 2020, fue horrible, doblemente encerrada. Fueron tres meses que no vi a mis hijos, y no podía hablar tampoco con ellos", recordó Ballero.
"A los tres meses salí, los vi, pero estuve un año internada; empecé a verlos a los tres meses porque avancé muy rápido. Ya estaba lista, me iba los viernes y volvía los lunes en la mañana", precisó.
Respecto a sus días en rehabilitación, Carla Ballero sorprendió al revelar que, a pesar de todo, no lo pasó tan mal porque se pudo integrar bien.
"Me hice la mejor amiga de la dueña del centro, haciéndole entrenamiento a todas las minas, gente con problemas graves, heavy. Éramos cuatro mujeres en un espacio de 1x1, un minuto de ducha, limpiar el water de gente que no es como uno, que no tiene educación, y da lo mismo; y yo aperrando me hice amiga de todos. Estaba en llamas", relató.
En ese sentido, expresó que "creo que ha sido uno de los momentos de más crecimiento para mí. Si no hubiera pasado por eso, no sería lo que soy hoy, ¡ni cagando!(sic)".
Respecto a sus problemas con el alcohol, Ballero comentó que actualmente puede tomar "una copa de vino y dejo la mitad, no es tema"
"Mi problema no era el alcohol ni los jales ni las adicciones. Mi problema era mi locura, que había que solucionarla”.
"Yo tomaba 30 Ravotril, dos botellas, sin límites, me daba exactamente lo mismo lo que fuera, la hueá era desaparecer, y eso es un tema que no tiene nada que ver con uno que se encierra en el baño a jalar, o una mina que está todo el día chupando. Nunca fue mi problema. Hoy vivo súper normal, casi no tomo, pero porque no lo necesito. Antes era evadir", relató crudamente.
Tras pasar todos estos episodios, la morena contó que la terapia la ayudo a sanar y entender el porqué de sus recaídas, pero también porque puso de su parte.
"Yo no me detenía en la vida, no vivía los procesos, no entendía (…) Y si no entiendes nada, nunca sales del hoyo: repetir, repetir y repetir, hasta que me cansé. Lo fui descubriendo sola”, sostuvo.
"Aún tengo cosas que aprender, pero ya son cosas más nice… después de tratar de suicidarme 25 mil veces, loca total… Yo era muy extrema, muy todo o nada, muy '¡hasta el final!'. Loca total", señaló.
"Miro para atrás y digo: “¡¿Cómo hice esa hueá?! ¡Qué pasaba por mi cabeza! ¡Tanta era mi falta de amor!", expresó.
Finalmente, Carla Ballero admitió que todo "lo hacía por falta de amor, estaba buscando atención todo el rato, de una persona en específico en cada momento de mi vida", contó.
"Eso era lo que quería, que me vieran, porque nunca me vieron. Por eso es tan importante la infancia, y reparar", reflexionó.