La próxima semana, Kevin Felgueras cumplirá un mes desde su arribo al Buenos Días a Todos, desafío que cataloga como “interesante”.

“Ha sido súper distinto a lo que hacía en el Congreso, más empaquetado, con corbata. Tuve que cambiar la ropa, el chip y ha sido interesante, estoy recién entendiendo”, dice el periodista a Página 7.

“La familia del matinal me ha recibido muy bien, me ha enseñado todo lo que necesito, así que estoy con ganas de seguir aprendiendo todos los días”, manifiesta.

Respecto a cómo divide su tiempo, el comunicador bromea: “No sé cómo lo hago”, afirma, debido a que además de su rol en el matinal de TVN y labores que aún cumple en el Congreso, también hace clases en la Universidad Católica de Valparaíso.

Mis días duran como 70 horas. Estoy en la docencia por todo este semestre, al menos. Los días lunes hago clases en la mañana y después me voy al Congreso, pero no a cumplir funciones de prensa”, aclara Felgueras.

¿A qué va? “Voy como un sabueso a olfatear noticias. Es una mezcla (el matinal y el Congreso) que espero mantener, porque fue mi casa 10 años. Es como ir a visitar a los papás”, expresa.

Kevin Felgueras y su esposa Andrea Aguilar en el Buenos Días a Todos

Cabe señalar que Kevin Felgueras está casado hace más de cuatro años con la periodista Andrea Aguilar, quien es editora de la sección internacional de 24 Horas.

Y justamente ella ha sido invitada en más de una ocasión al franjeado de TVN. El actual panelista del programa comenta esta situación.

“La primera vez que la Andrea tenía que ir al matinal, lo conversé con el equipo y me dijeron sí, ella es la persona. Yo fui el encargado de decirle y fue una conversación muy chistosa“, confiesa.

“Nos estábamos tomando un té en la casa y le dije ‘mi amor, necesito hablarte como el editor general del matinal: te habla Kevin Felgueras y necesito invitarte mañana al matinal, ¿puedes venir? ¿Tienes tiempo’. Me dijo ‘obvio’. Ahí comentamos un poco los temas”, agrega.

Sin embargo, decidió hacer un cambio en esta dinámica, para evitar “conflicto de intereses”.

“La primera vez funcionó muy bien y ya desde la segunda pedí, para evitar conflicto de intereses, que fueran otros editores los que le avisaran a Andrea, aunque yo le decía ‘te van a escribir, te vamos a necesitar'”, asegura Felgueras.

“Ahí funcionó y la tercera vez, mucho mejor. Esperamos seguir teniéndola. Para mí es un honor. Una colega me dijo ‘se te ve enamorado cada vez que ella habla’. Y sí, estoy babeando, es inevitable”, sentencia.