Ignacio Kliche dio un giro a su vida en 180°, y decidió irse de Chile para buscar nuevos rumbos en Uruguay, donde actualmente se encarga de su campo.
Se trata de un proyecto de vida que el conocido modelo de televisión comenzó en 2020, y que lo tiene sumamente entusiasmado.
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En entrevista con Página 7, el también hijo de Fernando Kliche, relató sobre su presente, la pasión por su proyecto Amarás, y cómo ha vivido estos cuatro años lejos de los medios de comunicación.
Una importante decisión
Fue a fines de 2019 cuando Ignacio decidió pasar las fiestas de fin de año con su madre en Uruguay, pero nunca pensó que en 2020 comenzaría una pandemia que lo dejaría ‘atrapado’ en aquel país.
Ante ello, la situación no lo hizo bajar los brazos, y decidió adquirir un campo, donde construiría una casa con sus propias manos, un proyecto que asegura lo ha mantenido ocupado desde aquel entonces.
“Cuando el mundo material desaparece, se da la oportunidad para que profundicemos en el mundo espiritual”, comentó, precisando que venía de un despertar de esta índole desde el lanzamiento de su libro ¡Despierta! Por el planeta, en marzo de 2019.
En ese sentido, manifestó que “yo vivía entre Madrid y Chile, y de un momento para otro, me encontré el mundo que ya conocemos, y me quedé en Uruguay”.
“Me fui a vivir en medio de la nada, a disfrutar de todo, del campo, a lo Rambo (risas), con las mínimas condiciones para empezar a desarrollar un proyecto en la naturaleza rescatando animales, construyendo mi casa, y en ese proceso profundo, en esta crisis que es una oportunidad”, señaló.
Y continuó: “Toda esa gran crisis significó que desapareciera todo lo que era mi carrera, mi trabajo, lo que yo hacía sin posibilidad de viajar, permitió que me quedara sin nada, pero que me quedase con lo más importante, que para mí es Dios”.
Lo anterior, le permitió utilizar los escritos que pudo coleccionar en sus viajes por el mundo con “una vida intensa”, lo que “derivó que empezara a desarrollar un método de ver la vida que es el movimiento Amarás“.
Ignacio Kliche fabricó su casa con sus propias manos
Por otra parte, Ignacio relató que esta situación le permitió dedicarse a construir su casa y además al rescate de animales.
De hecho, el exmodelo vive junto a tres perros Rubia, Súper, Libre y un novillo llamado Manchita, el cual terminó comprando para que no terminara faenado por su dueño.
“Hoy tiene una segunda oportunidad, es puro amor. Son mi manada, mi familia”, expresó, para luego precisar que construir su casa junto a ellos “es un sueño”.
“Es algo que no me había imaginado ni propuesto, pero es complicado porque hay un desgaste físico y emocional al hacer todo solo, es una experiencia impresionante de construcción. Ha significado terminar una etapa que tiene que ver con el ego, los logros personales y estar más conectado con lo divino”, sostuvo.
El proyecto Amarás
Este fin de semana, Ignacio brindará una charla de su movimiento, donde presentará lo que denomina “su propósito de vida”, lo que le permitirá volver a Chile después de tres años.
“Es una oportunidad para que podamos ejercitar el máximo mandamiento de Dios, de Jesucristo. Tiene que ver con cuidar al planeta, pero no es religión, no tiene que ver conmigo, tiene que ver con un mensaje”, dijo.
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Consultado si regresaría a la televisión en paralelo a este proyecto, Kliche señaló que para él los medios de comunicación “nunca fueron un fin, porque yo no lo decidí, fue producto de mi entorno, mi madre en Uruguay, y mi padre en Chile”.
“Yo me convertí en famoso porque me descubrieron a los 14 años, y de ahí terminé con una carrera internacional. Si ahora hubiese un espacio en televisión donde yo fuera libre, y pudiera decir lo que yo quiera, y que haya un propósito superior, estoy para servir, feliz de hacerlo”, recalcó.
Ignacio Kliche verá nuevamente a su familia
Este viaje a Chile, además le permitirá al actor volver a ver a su familia en suelo nacional, instancia que aprovechará para sorprender a su abuelo, el actor uruguayo, Walter Kliche, quien cumplirá 97 años.
Asimismo, reveló que no se ha podido ver con su padre, el también intérprete Fernando Kliche, desde que comenzó la pandemia, aunque mantienen un contacto constante por videollamadas.
“Ha sido durísimo, pero me ha permitido tomar un mate con mi padre todas las mañanas. Reímos, compartimos, cuando hay amor uno busca la manera de verse, pero no hay nada como lo presencial, y estoy muy feliz de ver a mi gente después de tres años”, aseguró emocionado.
Finalmente, Ignacio Kliche manifestó que se trata de “un reencuentro con familia, amigos. Yo amo Chile, porque tuve el tiempo para valorar lo que me dio, toda la gente que me encontré en el camino. Hay que saber de dónde uno viene, para saber dónde va”.
