Benjamín Nast será uno de los jurados de Top Chef VIP, el nuevo programa de competencia culinaria de Chilevisión.
Página 7 conversó con el chef chileno para conocer detalles sobre este desafío televisivo, en el que estará acompañado de sus colegas Fernanda Fuentes y Sergi Arola.
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Si bien este no es su debut en un programa culinario ―ha sido invitado en otros espacios, como MasterChef Chile― lo cierto es que este es su gran salto a la pantalla chica.
Según detalló, sus anteriores participaciones hicieron que la producción de CHV lo contactara para este rol de jurado, oferta que él recibió de forma muy positiva.
“A mí me gustan los programas de cocina, los encuentro súper entretenidos. Para mí era un desafío gigante, que me saca un poquito de lo que estoy haciendo. Es una oportunidad única que quería aprovechar”, contó.
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“Estar del lado del jurado tiene un plus, la verdad. Hay un poquito de morbo, una cosa entretenida y divertida que te pone ahí con cierto poder de decisión y opinión… obviamente, con el respeto necesario. Me gusta esa posición, la disfruto”, continuó.
“Como chefs somos muy críticos, tanto entre nosotros como con nuestros cocineros, porque les estamos exigiendo constantemente. Considero que este ‘tridente’ es muy bueno, siendo Sergi el que tiene más experiencia. Él es una bestia. Creo que hay gente en Chile que no tiene idea quién es Sergi Arola realmente, de dónde viene y cuál es su escuela”.
Nast señaló que trabajar con el español también lo ve como “una tremenda oportunidad” para seguir aprendiendo, así como también de Fernanda Fuentes, a quien conoció cuando participó en MasterChef Chile.
“Los tres nos conocemos mucho y nos llevamos bien. Pienso que eso también suma y genera una complicidad distinta”, destacó.
“Soy exactamente igual de exigente que Sergi y Fernanda”
Consultado sobre si tendrá un “personaje”, el chef afirmó que no y que se mostrará tal cual es.
“Una cosa que tengo que marcar es ser yo y no crear un personaje como tal. Soy exactamente igual de exigente que Sergi y Fernanda”, dijo.
“A diferencia de El Discípulo del Chef, aquí no hay equipos. Nosotros, el jurado, estamos en una posición de autoridad absoluta. Es decir, te puedes enojar y decirme todo lo que quieras, pero da lo mismo. La última palabra es mía igual. Si yo decido que tú no sigas, no sigues y punto. Esa es mi postura“.
“Me gusta explicar, enseñar y todo, pero también soy muy categórico. No es no. Lo que a mí me gusta es lo que se tiene que hacer. Los tres jurados estamos muy alineados que esto es cocina. Si bien es con celebrities, aquí compiten por ser el mejor cocinero”.
Respecto a la exposición, Benjamín reconoció que las redes sociales “son un monstruo y una bola que la veo ahí, un poco grande, que hasta que no explote no voy a saber cómo será”.
“No sé si voy a buscarme para ver qué es lo que está diciendo. Ese tipo de cosas igual me afectan”, confesó.
“Sé que hay una parte bonita, porque aumenta el cariño y hay un montón de gente que te empieza a seguir, lo que es muy bueno a nivel monetario. Pero también hay una parte fea, porque cuando te agarran mala, el ‘hateo’ es brutal“, comentó.
“Tengo que estar preparado psicológicamente a que me pueden hacer mierda… pero esto también es una buena publicidad”, agregó entre risas.
Pese a aquello, Nast señaló que está contento de asumir este desafío y resaltó que está pasando por un muy buen momento personal.
“Tengo que aprovecharlo al máximo. De alguna forma, ya vengo de vuelta con las otras cosas… ya tengo dos hijos, a quienes amo con toda mi alma. Me gustaría darles más tiempo, pero no puedo porque estoy en el momento en que tengo que echar a andar esta máquina“, expresó.
“Venimos de un año muy difícil para la gastronomía, tampoco lo pasé tan bien en la pandemia. Ahora es el momento de cosechar, sacar los frutos, pasarlo bien y disfrutar”, concluyó.
