Entrevistas
Priscilla Vargas detalló cómo fue el viaje sorpresa que les hizo a sus hijas: “Lloramos de emoción”
Canal 13
Este lunes Priscilla Vargas regresó al matinal Tu Día después de un merecido viaje por Europa, el que realizó en compañía de sus hijas.
Como era de esperarse, de entrada le preguntaron detalles de sus vacaciones, revelando que todo fue tal y como lo planeó.
Asimismo, contó cómo se le ocurrió la idea de llevar a sus hijas de viaje y que el destino fuera una sorpresa hasta llegar al aeropuerto.
"El viaje estuvo increíble, porque además fue sorpresa. Una vez fui a una dermatóloga y ella me dice que me iba a atender rápido porque se iba a llevar a su hija de sorpresa a un viaje. Yo dije, ‘algún día quiero hacer esto’”, partió contando la animadora en su matinal.
“Llegamos al aeropuerto, obviamente ellas sabían que íbamos de viaje. Les hice un dibujo con avioncitos y colorcitos, unos tramos con trenes. Les dije: 'Niñas, nos vamos a este destino'", agregó.
En conversación con Página 7, la periodista ahondó en los detalles que dejó el gran viaje en compañía de sus dos hijas, revelando que “el destino fue fortuito, porque empecé buscar uno que tuviera que hacerlo en un tramo, para no complicarme por las escalas”.
“Elegí Madrid y aproveché de visitar otros lugares. Me quedó un recorrido súper entretenido, hasta yo misma me sorprendí, el último fue Brujas, en Bélgica. Tomé la decisión de llevar a mis dos hijas”, agregó.
Según detalló Priscilla, quiso darle esa sorpresa a sus hijas, ya que este es un año especial, “la más chica cumple 15 y la mayor 18".
"Después, cuando son más adultas y tienen sus cosas, es más difícil coordinarnos en los horarios. Además, porque vivimos en un mundo que está tan planificado, les dije ‘dejen sorprenderse, de este viaje van a volver con otra mentalidad’, y fue un objetivo cumplido. En Madrid me decían ‘no puedo creer que estamos en Europa’”.
Priscilla Vargas y anécdota con sus hijas
Y como todo buen viaje, no puede estar exento de una anécdota. Según detalló la periodista, como en Europa es época veraniega, les pidió llevar lo justo y necesario.
“Resulta que llegamos allá y se puso a llover. Pensé que la actividad indor en Versalles era buena, pero teníamos que bajarnos en el metro, caminar muchas cuadras y quedamos mojadas como ratas, como ratas en Versalles. Hasta eso fue entretenido”, contó.
Sobre la posibilidad de realizar otro viaje como este junto a sus hijas, indicó que “conocimos una parte muy chiquitita de Europa, quizás más adelante, cuando ya salgan de la universidad, pensaremos otros destinos”.
Finalmente, destacó que “me preocupé de que cada uno de los destinos los cerráramos con algo especial. En Madrid las llevé a un restorán precioso. En París fuimos a comer donde servían solo un plato y te lo repetían. Hicimos una hora de fila, porque era tradición”.
“En Brujas hicimos un paseo por los canales y en Londres las llevé a ver Frozen. Ellas, cuando eran chicas, vieron cinco veces las películas, y ahora vieron el musical, que fue el cierre mágico. Lloramos de emoción, porque ahora eran la Ana y Elsa grandes. Fue increíble, eso es lo que más rescato, ellas aprendieron a compartir mucho más”, cerró.