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Nicole Ángel, exfinalista de El Discípulo del Chef, reveló haber sido engañada al trasladarse con su familia a Puerto Natales para iniciar un negocio, siendo posteriormente desligada del proyecto. A pesar de la desilusión, se enfoca en tener su propio local gastronómico y valora la experiencia en el extremo sur del país. Aprendió que la palabra no vale nada en los negocios y destaca la importancia de tener todo firmado legalmente. A pesar de todo, mantiene una actitud positiva y no descarta participar en otro programa de cocina en televisión.
Desarrollado por Bío Bío Comunicaciones"Aprendí que la palabra no vale nada", es la tajante reflexión que hace Nicole Ángel, exfinalista de El Discípulo del Chef, quien sufrió una gran desilusión en términos laborales.
La repostera decidió trasladarse con 'camas y petacas' junto a su familia hasta Puerto Natales, para iniciar un nuevo negocio, junto a un socio. Sin embargo, acusó ser engañada.
En conversación con Página 7, relató como ocurrieron los hechos.
"Estaba en Santiago, haciendo mi pastelería online de Qiya, bastante estable, todo muy bien, abasteciendo cafeterías y trabajando a full como siempre", comenzó contando la exparticipante del programa gastronómico de CHV.
Sin embargo, una inesperada llamada lo cambiaría todo.
"Me contactó una persona de Puerto Natales. Fue muy raro, porque Sergi (Arola) - a quien tuvo como mentor en El Discípulo del Chef - fue a comer a este restorán y conversando con este tipo, le preguntó si conocía a alguien que pudiese hacer este trabajo y él le dio mi contacto", explicó.
Tras esto, comentó que comenzaron a comunicarse y ella le envió productos y lo asesoró a la distancia, entre otras cosas. "Armamos desde cero una chocolatería en Puerto Natales. Esto evoluciona y me dice que me vaya presencial", indicó.
"Me ofreció ser socia de este lugar. Hablé con mi pareja, con mis hijos, dije 'vamos, dejemos todo'. Me llevé mi vida y me embarqué", agregó Nicole.
Ya en Natales, la cocinera trabajó incansablemente durante 4 meses y medio: elaboró la carta, creó productos, llenó las vitrinas y participó activamente en la inauguración. Todo parecía ir bien, hasta que todo dio un vuelco.
"Este tipo nos sacó del proyecto, a mí, a mi pareja, al equipo que me llevé de Santiago, a todos nos desligaron. Él ya tenía todo armado y dijo 'listo, consigo mano de obra más barata'. Así no se hacen las cosas", reclamó.
"De donde yo vengo, la palabra vale, pero ahí está mi error. Siempre, en cualquier cosa, hay que arriesgarse, darlo todo, dar el mil por ciento, pero hay que ser cautos y tener seguridad de lo que estás haciendo", indicó.
Sobre lo mismo, sostuvo que "yo lo hice desde el corazón, de la palabra, y eso no vale nada. Eso aprendí, que la palabra no vale nada, que la gente no valora su palabra. Si te pueden cagar, te cagan. Así que hay que tener todo firmado si se van a embarcar en algo o si se van a asociar a alguien, que haya un notario".
"No creer en nadie suena triste, pero es así. Me llega a dar pena, pero la palabra no tiene valor. Yo creí en una persona y esa persona me engañó. Ahora me tengo que replantear todo", acotó.
Pese a lo vivido, Nicole Ángel no quiso exponer a la persona que le truncó su sueño profesional y dio sus motivos.
"No tengo ni ánimo en decir el nombre de esta persona, ni del restorán, porque creo que no existe la mala publicidad, no se lo merece. Este señor se lavó las manos y si te he visto no me acuerdo", aseguró.
Frente a este desolador panorama, Nicole recordó una emotiva escena con su pareja, el también chef Lucas Van Eijck.
"Cuando nos pasó esto, nos tomamos de la mano y le dije 'listo, nosotros somos más que esto, no era nuestro espacio, no se valoró nuestro trabajo, démosle para adelante'", rememoró.
"Esto nos afectó mucho como núcleo familiar. Se llora y se patalea, sí, pero todo puertas adentro, porque duele, pero hay que darle y empezar de nuevo. Yo tengo dos razones gigantes para empezar de nuevo, que son mis hijos", subrayó.
Ya, poco a poco, Nicole Ángel empieza a dejar este traspié en el recuerdo, enfocándose en lo que viene ahora, siempre con la gastronomía por delante: sueña con tener su propio local.
"Hoy me suena mucho el poder conectar con la gente, ver a la gente disfrutar de las cosas que hago. Estamos en la búsqueda inagotable, día y noche, de un local, de un espacio, que lo vea y diga 'este es'", planteó.
Incluso, se abren a hacerlo fuera de la capital: "Nos ha resonado mucho la idea de hacerlo en regiones, porque Santiago no es Chile", expresó.
A pesar de todo lo malo que vivió, Nicole ve el vaso medio lleno, indicando que aprovechó su traslado al extremo sur del país, para recorrer la Carretera Austral. Esto resultó "enriquecedor" para la familia.
"Fue una experiencia de mucha conexión tanto en familia como personal. Todo mi replanteamiento y mis nuevas oportunidades las he pensado desde la cocina, porque es lo que amo", aseveró.
Por último, habló de la posibilidad de verla nuevamente en un programa de cocina -obtuvo el segundo lugar en dos oportunidades-. También entregó su opinión respecto a que se mantengan este tipo de espacios al aire.
"Siempre es entretenido, pero me gustaría que fuera con gente que de verdad quiera cocinar, con gente amateur", comentó.
"¿A mí? Obvio que me gustaría participar en otro programa, sería una buena revancha, así que vamos por ese programa televisivo", sentenció.